Ya hemos examinado resumidamente los dos extremos dentro de la clasificación de los mercados. Tenemos que tales extremos no existen en un estado de pureza, es decir, no existe una competencia pura (homologada al concepto de “perfecta”) ni tampoco existe un monopolio puro, salvo en casos como el de los bancos centrales. Ahora vamos a matizar esta perspectiva explicando el concepto de competencia monopolísticaque, como el nombre lo indica, incluye elementos de la competencia pura y el monopolio puro. Pero antes realizaremos una reflexión sobre todo lo anteriormente señalado sobre la competencia perfecta y el monopolio, para posteriormente continuar con la competencia monopolística.
2/8-Estructura de mercado: el Monopolio (por Jan Doxrud)
Pasemos ahora al concepto de monopolio. El concepto de monopolio suele también aplicarse más allá de las fronteras de la economía como, por ejemplo, cuando se dice que el Estado tiene el monopolio del uso de la coacción o cuando se señala que el sistema judicial es un monopolio del Estado. Desde un punto de vista etimológico, tenemos que este concepto significa que existe solo un vendedor Monos (uno) + polein (vender).
1/8-Estructura de mercado: Competencia perfecta y otros conceptos.
1/8-Estructura de mercado: Competencia perfecta y otros conceptos.
En esta serie de artículos abordaré el tema de la estructura de mercado, esto es, los criterios a partir de los cuales se clasifican los diversos tipos de mercado y, por consiguiente, las diversas formas que adopta la competencia. De acuerdo con esto último, comenzaré con los 2 extremos, esto es, con la denominada “competencia perfecta” (mercado perfectamente competitivo) y, en el otro extremo, el monopolio.
Una vez examinados ambos me referiré brevemente a las discusiones y polémicas que han surgido en torno a los conceptos de competencia, competencia perfecta, monopolio, concentración de mercado y las visiones existentes respecto a la legislación antimonopolio (y al concepto mismo de monopolio). Para ello examinaremos brevemente la opinión de distintos economistas, así como también abogados ligados a la temática de la legislación antimonopolio. Una vez aclarado lo anterior continuaremos con el concepto de competencia monopolística que es un modelo que vino a matizar esta visión dualista en donde se nos presentan dos modelos mutuamente excluyentes: la competencia perfecta y el monopolio.
Esta serie de artículos contarán una parte descriptiva, es decir, expondré conceptos tal como son presentados en la mayor parte de los manuales de economía junto con los gráficos correspondientes. Pero, como ya adelanté, iremos más allá de lo meramente descriptivo para incluir un análisis crítico de los tipos de mercados, las imprecisiones y desacuerdos que puede haber en el uso de ciertos términos como es el caso del de “competencia perfecta”, “monopolio” y otros. Así, junto a los manuales, examinaremos otros autores que han influido en enriquecer el debate en torno a la temática de la estructura de mercado. Como es de costumbre, al final de cada artículo dejaré otros que pueden servir de complemento.
Comencemos con el concepto de estructura de mercado el cual hace referencia, tal como lo dice el nombre, al orden o cómo están dispuestas las partes que conforman el todo (el mercado). En virtud de lo anterior, tenemos que la estructura de mercado hace referencia a cómo se clasifican y diferencian las diferentes industrias de acuerdo al grado y naturaleza de la competencia. Para ser más concretos, los mercados son clasificados en base a características tales como el número de compradores y vendedores, la naturaleza del producto (homogéneo o heterogéneo), el nivel de las barreras de entrada y salida, la información disponible (más o menos transparente), la posible influencia que el productor pueda tener sobre el precio de sus productos, la elasticidad de la demanda, etc. Por ende, estamos ante un concepto complejo en el sentido de como lo explica el físico y filósofo de la ciencia Mario Bunge (1919-2020).
Cuando hablamos de estructura, debemos entender que tal estructura es parte de un sistema. De acuerdo con Bunge, todo sistema cuenta con componentes o colecciones de partes que interactúan entre sí, dentro de un entorno particular que ejerce influencia sobre las partes. También tenemos el mencionado concepto de estructura, que consiste en la colección de relaciones (vínculos o enlaces) entre los componentes del sistema (que vendría a ser la endoestructura), así como de estos con el entorno, es decir, la exoestructura. Así, la unión de estos dos conjuntos de relaciones se denomina estructura total. Por último, Bunge destaca el concepto de “mecanismo”, es decir, los procesos internos que hacen funcionar el sistema. Como podemos ver, el concepto de estructura de mercado puede resultar simple tal como se suelen explicar, vale decir, clasificarlos en oligopolio, monopolio, competencia monopolística o competencia perfecta, pero la realidad es más compleja que esta clasificación rígida.
De acuerdo con lo anterior, al abordar temas económicos, no podemos prescindir de la ontología que, como apuntaba Bunge, constituye aquella rama de la filosofía que estudia los aspectos más generales de la realidad: el cambio, la causalidad, la existencia real, etc. En el caso de la economía se puede caer en enfoques reduccionistas en donde se destierra el tiempo y el cambio, cuando en realidad el enfoque debe ser sistémico. Así, por ejemplo, el hecho de que se ponga énfasis en el cambio y el dinamismo, no significa que se deba renuncia al estudio y el análisis económico. Así, el mundo económico no es un sistema azaroso y misterioso que no puede ser estudiado desde diversas disciplinas. También tenemos el hecho de que un rasgo fundamental de los mercados es la competencia, es decir, los mercados concebidos como una suerte de proceso “dialéctico” (en terminología hegeliana), lo cual no significa que también es importante la cooperación dentro de un sistema económico.
Regresemos al tema de la estructura de mercado. En un trabajo titulado “Determining When Competition Is "Workable" (1996) David Chessler explica que este concepto es el principal determinante del comportamiento de las empresas. Añade que la estructura del mercado es de relevancia porque se puede demostrar, en términos teóricos y empíricos, que ejerce una fuerte influencia sobre el comportamiento de las empresas, los compradores y vendedores que participan en un mercado. Sumado a esto, el autor explica que una vez que el mercado se encuentra definido geográficamente y en términos de productos, resulta relativamente fácil contar el número de empresas en un mercado, incluyendo la determinación de sus ventas aproximadas como porcentaje de las ventas totales en el mercado. Regresaremos más adelante con esto cuando abordemos el Índice Herfindahl-Hirschmann.
A continuación podemos ver una clasificación – presentada en el mismo trabajo de Chessler – de los distintos mercados, en este caso se muestarn 6 (en estos artículos me concentraré en la competencia perfecta, monopolio y competencia monopolística)
Continuemos ahora con la ya mencionada competencia perfecta. Este modelo se caracteriza por ser un mercado muy particular: los bienes son estandarizados u homogéneos, hay gran cantidad de vendedores y compradores, la información es perfecta, no hay barreras de entrada y de salida y, por último, las empresas son precio-aceptantes. En este mundo los consumidores cuentan con la información sobre los precios de los productos, de manera que no podría darse una situación en que una persona, tras comprar un producto, se entere de que ese mismo producto (homogéneo) estaba a un menor precio en otra tienda. Sumado a esto tenemos que es el mercado el que fija el precio del producto de manera que la empresa individual no tiene poder alguno de modificar el precio, es por ello que son precio aceptantes y deben, por ende, adaptarse al precio de mercado.
Lo anterior podemos verlo reflejado en los gráficos que se presentan más adelante. En este mercado el precio está “dado” por el mercado y las empresas individualmente consideradas – y que son parte de ese mercado –son “precio-aceptantes” y, en el corto plazo, el precio del bien se mantiene independiente de si la oferta aumenta. Si el productor decide aumentar el precio, la consecuencia es que perderá a sus clientes puesto que comprarán a otro productor que oferta esos mismos bienes (recordar la homogeneidad los productos en esta clase de mercado y la información perfecta)
¿Dónde se encuentra ese punto óptimo en donde la empresa maximiza su beneficio? Respuesta: debemos en primer lugar clarificar algunos conceptos y luego retornaremos a esta pregunta. El primer concepto es el de ingreso marginal. Antes de explicar este concepto cabe aclarar qué se quiere dar a entender con la palabra “marginal” en economía. Suponga el lector que tiene solo el domingo para estudiar para la prueba del lunes y se propone estudiar 120 minutos seguidos.
Ahora bien, ese es el total de minutos estudiados, pero usted pudo haber hecho un “análisis marginal” de esto. Por ejemplo, tras haber estudiado 40 minutos podría preguntarse ¿cuál sería el beneficio de estudiar 20 minutos más? Tras esos 20 minutos ¿cuál sería el beneficio de añadir otros 20, 15 o 10 minutos? ¿Quizás solo debería añadir 10 minutos mas? Quizás ya no debería añadir más minutos puesto que su cerebro está sobre-exigido y no estaría haciendo un uso eficiente del tiempo de estudio, de manera que su curva de aprendizaje se tornaría decreciente.
En suma, a medida que vamos añadiendo unos minutos más, el beneficio irá disminuyendo hasta que al final usted no aprenderá nada puesto que estará mentalmente agotado. Lo mismo sucede cuando, tras hacer ejercicio, desea tomar agua. Quizás el primer vaso le reporta gran satisfacción (o utilidad), pero el beneficio “marginal”, es decir, el del vaso adicional, le reportará cada vez menor utilidad. Por ende, el análisis marginal se centra en el costo o beneficio de esa unidad “adicional” que puede tratarse de un bien tangible o algo más abstracto como el tiempo.
También podemos aplicar el análisis marginal a lo impuestos, por ejemplo, cuando se habla del “tipo impositivo marginal”. En este caso, la tasa de impuesto marginal es el impuesto que se paga por cada peso (dólar, euro, etc) adicional de ingresos por encima de un umbral establecido. Tenemos pues que el análisis marginal se aplica a varios conceptos entre los cuales se encuentra el que abordaremos a continuación: el ingreso marginal.
El ingreso marginal es la variación del ingreso total de la empresa cuando la cantidad vendida se incrementa en una unidad (de ahí que es un análisis marginal). En este modelo de competencia perfecta el ingreso marginal coincide con la demanda y el precio de equilibrio, y es representado por medio de una línea horizontal, puesto que el precio de equilibrio es fijado por el mercado y las empresas individuales son precio-aceptante. Como podemos ver en la tabla, el precio coincide con el ingreso marginal puesto que el precio no cambia en el corto plazo (si el precio disminuyera a medida que se produce una unidad más, entonces el ingreso marginal tendría una pendiente negativa)
Otra curva de relevancia es la de costo marginal. El costo marginal es el cambio en el costo total cuando se produce una unidad más de un bien. Aquí debemos hacer una breve pausa para examinar con mayor detención el concepto de costo. Los costos los podemos clasificar en costos variables, que es el que varía con la actividad productiva, por ejemplo, materias primas o cantidad de trabajadores. En segundo lugar tenemos los costos fijos los cuales pagas independiente de tu nivel de producción. Digamos que, si en la primera semana tu restaurant estuvo vacío, igualmente tendrás que pagar la luz o el arriendo del local, eso es fijo.
En virtud de lo anterior tenemos también factores de producción fijos, los cuales no pueden alterarse en el corto plazo y los factores de producción variable, esto es, aquellos que pueden alterarse en el corto plazo. Por su parte el costo total es la suma de los costos fijos y los costos variables, en otras palabras – y como apuntan Bernanke y Frank en su manual – es la suma de todos los pagos efectuados a los factores de producción fijos y variables de la empresa
https://www.mageplaza.com/blog/fixed-cost.html
Otros conceptos importantes es el de costo variable promedio y costo fijo medio. Estos son el resultado de dividir esos costos por la producción total (CV/Q y CF/Q). Por lo tanto se entenderá que el costo total medio es el resultado de dividir el costo total (CF + CV) por la cantidad producida (Q). En el corto plazo la curva de costo fijo medio va descendiendo puesto que tal costo se va dividiendo entre una mayor producción y, sumado a esto, en el corto plazo el costo fijo no varía y se representa mediante una línea horizontal.
Por su parte, la curva de costo variable medio va ascendiendo debido a los rendimientos marginales decrecientes. Esto último nos dice que, a medida que se aumenta la cantidad de un factor de producción – por ejemplo el trabajo – y los demás factores de producción permanecen constantes – como el capital – , entonces el resultado es una menor eficiencia en el uso de los recursos, lo que se traduce en que la producción aumentará pero cada vez en menor medida. En palabras de Bernanke y Frank la ley de los rendimientos decrecientes es una “propiedad de la relación entre la cantidad producida de un bien o servicio y la cantidad de un factore variable necesaria para producirlo; la ley establece que cuando unos factores de producción son fijos, para aumentar la producción del bien acaban necesitándose cantidades cada vez mayores de factor variable”.
Esto a su vez se vincula con el concepto de productividad marginal decreciente que es la disminución de la producción al aumentar en una unidad más un factor variable, por ejemplo, el trabajo. Por ende, es esto lo que explica que la curva de costo marginal vaya gradualmente ascendiendo. Por último, podemos ver que la curva de costo total medio tiene la forma de U y la razón es que, en un comienzo, disminuye tanto CF y CV pero, si bien CF se mantiene fijo en el corto plazo, sucede que CV va ascendiendo y es ese segmento ascendente el que corresponde a los rendimientos decrecientes lo que se traduce en que los incrementos de la producción total son menores a medida que se añade un trabajador adicional. Así la curva de costo marginal cortará a la curva de costo variable medio y costo total medio en sus respectivos puntos mínimos.
Tenemos, pues, que cuando se producen pocas unidades de un bien X, la empresa cuenta con mucho capital (que es fijo) y pocos trabajadores (que es variable) los cuales contribuirán a aumentar en gran medida la producción puesto que cuentan con abundante capital. Pero sucede que a medida en que se van añadiendo nuevos trabajadores, el resultado es que la producción sigue aumentando pero cada vez menos, porque el capital se mantiene fijo y pero el factor variable va aumentando, lo que tiene como consecuencia la ley de los rendimientos decrecientes.
Regresemos a la pregunta anteriormente planteada: ¿dónde se encuentra ese punto óptimo en donde la empresa maximiza su beneficio? Tenemos que el beneficio es la diferencia entre ingreso total menos el coste total y la empresa debe decidir hasta qué punto debe aumentar su producción mara maximizar su beneficio. Tal como apuntan Bernanke y Frank “una empresa debe aumentar su producción si y solo si el ingreso marginal es superior al coste marginal”. Veamos esto por medio del siguiente gráfico del manual de Mankiw.
Para interpretar este y otros gráficos debemos ir identificando el costo marginal, el costo total medio y el ingreso marginal. Luego debemos localizar la cantidad que maximiza el beneficio que es donde la curva de costo marginal intersecta a la de ingreso marginal siendo esta última, en competencia perfecta, una línea horizontal (y en donde ingreso marginal = precio de equilibrio = demanda). Este es el punto de maximización de las ganancias tal como lo podemos ver en el gráfico en donde el precio de equilibrio es 25 y la cantidad óptima de producción es 9 en donde el costo marginal de producir esa novena unidad es de 23 (siendo el ingreso marginal de 25) y el ingreso total 42 (coste total – ingreso total). Si la empresa decide continuar produciendo hasta llegar a la décima unidad entonces el costo marginal asciende a 27 superando así al ingreso marginal que se mantiene en 25 y el ingreso total disminuye a 40.
Ahora vamos a añadir al gráfico la curva de costo total medio. A partir de este podemos averiguar si la empresa está obteniendo o no beneficios. Este beneficio de la empresa es igual a ingreso total (precio x cantidad) menos el costo total medio multiplicado por la cantidad. Puesto en otros términos tenemos que el beneficio es igual: (P x Q) – (CTMe x Q). Para averiguar esto debemos, en primer lugar, localizar el ya señalado punto en donde la empresa maximiza sus ganancias que es el punto en donde la curva de costo marginal interseca a la de ingreso marginal. Como puede ver el lector en el primer gráfico a continuación, la curva de costo total medio se encuentra por debajo del precio, lo que significa que la empresa es rentable puesto que su ingreso total (P x Q) es mayor al costo total medio (CTMe x Q).
En este cuarto gráfico la curva de costo total medio se encuentra por encima del precio, lo que se traduce en que la empresa está incurriendo en pérdidas:
Aquí hay un resumen en donde la empresa genera beneficios, obtiene beneficios normales y genera pérdidas:
En el largo plazo, si la empresa obtiene beneficios terminará por atraer la competencia lo que se traducirá en que, al aumentar la oferta, el precio disminuye y los beneficios van disminuyendo como muestra el gráfico 1-2-3-4. Finalmente, la empresa tenderá a percibir beneficios normales como lo muestra el gráfico 5. El beneficio normal constituye una situación en donde la empresa obtiene ingresos suficientes para cubrir sus costos totales y seguir siendo competitiva en una industria.
Sistemas y sistemismo (por Jan Doxrud)
(I) Algunas palabras sobre el status científico de la Economía (por Jan Doxrud)
(II) Algunas palabras sobre el status científico de la Economía (por Jan Doxrud)
1) El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable (por Jan Doxrud)2) El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable (por Jan Doxrud)
3) El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable (por Jan Doxrud)
4) El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable. El caso chileno (por Jan Doxrud)
5) El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable. El caso chileno (por Jan Doxrud)
6) El Cisne Negro El impacto de lo altamente improbable. El caso chileno (por Jan Doxrud)
6/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando? Consideraciones críticas y síntesis
Por su parte el filósofo de la ciencia y académico de la Universidad de York, David. N. Stamos explica en su libro “Evolución” que la definición de intersexual de Fausto-Sterling es demasiado amplia y poco útil. Lo anterior se debe a que la autora considera la intersexualidad como cualquier desviación de los individuos respecto del “ideal platónico” del dimorfismo nivel cromosómico, genital, hormonal o gonadal. Stamos cita el trabajo del médico y psicólogo Leonard Sax titulado “How common is intersex? a response to Anne Fausto-Sterling” (2002), en donde incluye dentro de los intersexuales a:
5/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando? Consideraciones críticas
Comencemos con la filósofa francesa Bérénice Levet, doctora en filosofía por la Universidad de Caen y académica de la École Polytechnique y del centro Sèvres, en París. La autora redactó un interesante ensayo titulado (en el original francés) “Teoría de género o el mundo soñado por los ángeles. La identidad sexual como maldición”. El título ya nos revela algo del contenido del ensayo y es que sus dardos apuntan a una concepción específica del concepto de género que se ha hecho espacio en las universidades y, desde ahí, se ha extendido a la política, la educación y la sociedad. En segundo lugar nos dice que efectivamente existe una teoría de género (aunque algunos rechacen esto) y, por ende, también existe una ideología de género. Como señala Levet, ¿cómo pueden existir en las universidades estudios de género sin una teoría subyacente sobre el concepto mismo de género?
4/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
Continuando con la demarcación conceptual de los conceptos de sexo y género, Tubert explica que habitualmente se entiende que el sexo corresponde al ámbito biológico, mientras que el género constituye una construcción sociocultural. Ahora bien, uno de los problemas con el concepto de género y que destaca tanto Tubert como otras autoras, es su naturaleza importada del mundo anglosajón.
3/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
En lo que sigue comenzaré refiriéndome al concepto de sexo y género consultando, en primer lugar, a los diccionarios. Pero como sabemos que los diccionarios no son suficientes, posteriormente continuaré con una serie de autoras y académicas pertenecientes al ámbito de las ciencias sociales, como por ejemplo Silvia Tubert, Geneviève Fraisse, Linda Nicholson, Cristina Molina, Luisa Accati y Judith Butler entre otras. El objetivo de esta primera parte es simplemente describir y explicar lo que estas autoras exponen para así arrojar luces sobre los conceptos de sexo y género, así como también la relación entre ambos.
2/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
Otras confusiones en torno al tema del sexo y el género es el uso de los conceptos de transgénero y transexual como sinónimos. Pero sabiendo que el sexo hace referencia a lo biológico, entonces podríamos concluir que un transexual es aquel que ha ido más allá (trans) de su sexo biológico, en el sentido de que se ha realizado modificaciones por medio de intervención médica de su cuerpo (aunque tales modificaciones no alteran en estricto rigor el sexo de la persona, puesto que seguirá produciendo óvulos o espermatozoides según sea el caso). Ahora bien, si uno consulta múltiples páginas en la web, el tema es más complejo puesto que no existe una explicación precisa y clara en lo que respecta a la diferencia entre transgenerismo y transexualidad.
1/6- Sexo…Género…¿de qué estamos hablando?
En esta serie de artículos abordaré los conceptos de sexo y género, así como también otros temas que se desprenden de estos. Quizás para algún lector podrá resultar fútil abordar tales conceptos puesto que – después de todo – son bastante claros y evidentes en lo que respecta a su significado. Bueno, eso fue lo que también yo pensaba hasta que comencé a percatarme desde hace algún tiempo, por medio de la lectura de artículos académicos, libros y noticias, que tales conceptos, especialmente el de género, habían experimentado cambios significativos.
2/2-Libro: La guerra contra Occidente de Douglas Murray (por Jan Doxrud)
En el capítulo 2 Murray aborda como la TCR ha invadido los estudios históricos. Parte haciendo referencia al denominado Proyecto 1619 publicado en “The New York Times” (2019) por la periodista Nikole Hannah-Jones. La razón de esta publicación era la conmemoración de los 400 años de la llegada de los primeros esclavos africanos en Virginia. Lo que pretendía este proyecto era cambiar el año de fundación de Estados Unidos justamente al año 1619(y no 1776)y no 1776). Así, tenemos acá la historia no ya como un proceso cuyo motor es la lucha de clases, sino que la “lucha de razas” como también la concebían antiguos racistas como el conde de Gobineau o en el siglo XX Adolf Hitler.
1/2-Libro: La guerra contra Occidente de Douglas Murray (por Jan Doxrud)
En estos dos artículo examinaré algunos de los capítulos e ideas centrales planteadas en el libro de Douglas Murray titulado “La guerra contra Occidente. Cómo resistir la era de la sin razón”, publicado por la editorial Península (2023). Este libro se inserta dentro de una interesante lista de libros que han sido publicados y que tienen en común la defensa del legado de la civilización Occidental u “Occidente” (que, a su vez, se ha nutrido de tradiciones como el cristianismo, de Greco, Romano, cultura germánica e incluso de intelectuales musulmanes). Junto con lo anterior, también se defiende el legado de la Ilustración que promueve el Estado laico, la tolerancia, la libertad de conciencia y de expresión, el pluralismo y el racionalismo científico entre otros elementos. Tales obras van dirigidas contra los “enemigos de Occidente” que incluye la denominada posmodernidad, la izquierda radical, el constructivismo radical, el idealismo, las políticas identitarias, estudios de género y poscoloniales. Como escribió el intelectual francés, Pascal Bruckner, el antioccidentalismo es una tradición europea que puede retrotraerse a Michel de Montaigne (1533-1592) pasando por la intelectualidad francesa donde destaca la figura de Sartre (1905-1980)
3/3-Pensamiento crítico ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
Paul y Elder también destacan otro aspecto importante y que guarda relación con las características o virtudes de un pensador crítica: entereza intelectual (vs la cobardía), empatía intelectual (vs la estrechez), la autonomía intelectual (vs conformismo), integridad intelectual (vs hipocresía), perseverancia intelectual (vs pereza), confianza en la razón y evidencias e imparcialidad intelectual, y por último la humildad intelectual (vs arrogancia).
2/3-Pensamiento crítico ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
Teniendo en cuenta lo anterior, el pensamiento crítico es un conjunto de habilidades y aptitudes que pueden enseñarse por medio de los contenidos, de manera que existe una relación de interdependencia en donde los contenidos sirven como materia prima para poder desarrollar la habilidad de pensar críticamente y así alcanzar a ser un maestro en el arte de pensar. Pero lo anterior requiere también de la expertise o pericia por parte del docente no solo en lo que respecta a sus conocimientos sobre el pensamiento crítico, sino que también sobre los contenidos que enseña.
1/3-Pensamiento crítico ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
En estos artículos abordaremos el tema del pensamiento crítico: en qué consiste (y en que no), sus componentes y la importancia de fomentarlo en las personas desde una temprana edad. Hacia el final me centraré en uno de los puntos medulares que guarda relación con la humildad y honestidad intelectual, y la consecuente capacidad de cambiar de mentalidad cuando nuestras creencias no se encuentran respaldadas por la evidencia. En relación con esto último examinaremos cómo es esto posible y cuáles son los principales obstáculos, siguiendo los escritos de Howard Gardner y Adam Grant. Al final del artículo dejaré otros artículos que he escrito para que el lector pueda leerlo como complemento a este.
6/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
De acuerdo a Schwartz y Wilf, Arafat se dedicó a manipular a la comunidad internacional para que esta creyera que era un socio para la paz. Esto lo hizo apelando al derecho palestino a la autodeterminación “a la vez que minimizaba y confundía la demanda de retorno”. Para Israel el derecho a la autodeterminación no constituía un peligro en sí mismo.
5/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
5) Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
Con el tiempo los campos de refugiados cambiaron su composición, puesto que comenzaron a ser integrados por personas nacidas después de la guerra de 1948. (la ONU decretó en 1982 que los descendientes de refugiados también tendrían el status de refugiado). También cambio su fisionomía, ya que dejaron de parecer campos de refugiados para transformarse en barrios de vivienda permanentes en las afueras de las ciudades con casas de cemento y ladrillos. De acuerdo con los autores esta nueva generación de refugiados se crió con una educación más sofisticada que sus predecesores, así como también con una ideología más firme.
De acuerdo con esto, Schwartz y Wilf señalan estaba “imbuida de una lealtad ideológica hacia su nación, su tierra y lo colectivo”, de manera que se estaba ante una nación nueva criada bajo el odio visceral contra Israel y la esperanza de un retorno a su tierra. En cuanto a los países árabes – salvo Jordania – no integraron a los palestinos en sus territorios. Incluso fueron discriminados social y laboralmente como fue el caso del Líbano, Siria y Egipto. Sobre este tema de la identidad de esta nueva generación de refugiados comentan los autores:
“La política de discriminación de los Estado árabes jugaba un papel fundamental en la construcción de una identidad política palestina diferenciada. Privados de la ciudadanía en todos los Estados árabes menos Jordania, las cartillas de refugiados emitidas por la UNRWA se convirtieron, en la práctica, en carnés de identidad de los refugiados y en los únicos documentos internacionales oficiales que confirmaban su origen y su identidad. Recibir ayuda de la UNRW equivalía a ser palestino, y la palabra refugiado se hizo sinónimo de palestino”.
https://www.unrwa.org/newsroom/press-releases/uae-funding-helps-palestine-refugees-syria-celebrate-ramadan
Otros problemas que surgieron guardaban relación con la falta de control de la UNRWA de los campos, por ejemplo, en el conteo del número de refugiados, identidades y en la aplicación de políticas que resultaron ser contraproducentes . Por ejemplo, los miles de palestinos que migraron hacia Estados del golfo en busca de trabajo parecieron no repercutir en el número de refugiados en los campos. La UNRWA continuó otorgando raciones diarias de comidas aun cuando los refugiados podían comprar su propia comida. Esto tuvo como consecuencia el que se formara un mercado negro en donde se vendían estos vales de comida. La conclusión de los autores es que, al menos a partir de la década de 1960, la UNRWA se transformó de “una agencia fracasada para la integración de los refugiados a organización muy exitosa para el desarrollo de una identidad y conciencia nacional palestina”.
La difusión de esta ideología nacionalista y belicista se difundió con efectividad debido al financiamiento de la UNRWA en materia educativa. Los autores afirman que el sistema educativo de esta agencia se transformó en un “instrumento para la movilización de la población de los campos en favor de la lucha armada palestina”.La ONU llegó a forma un comité de expertos para examinar los textos de estudios y evaluar si eran coherentes y armónicos con los principios universales de educación. En 1969 el informe del comité concluyó que los libros (79 de 127) debían prohibirse por su contenido bélico y por la excesiva politización, de manera que de lo que se trataba era más bien de adoctrinamiento que de educación.
Los autores. explican que a comienzos de la década de los 60 el senador Robert Kennedy se sorprendió con esta relación simbiótica que implicaba a la UNWRA, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), la cultura de los campos de refugiados y el proceso de radicalización al interior de estos. Más grave aún fue darse cuenta que Estados Unidos se estaba viendo perjudicado directamente, puesto que Ahmad Shukeiri (1908-1980), primer director de la OLP, había prometido enviar fuerzas palestinas a Vietnam para ayudar en la lucha contra Estados Unidos.
Así, los autores destacan otro hecho relevante y que fue la creciente influencia de la OLP en los campos de refugiados de donde reclutaba a miles de jóvenes. Esto llegó a tal. punto que el rey de Jordania terminó por expulsar a la OLP. Al Fatah, señalan Schwartz y Wilf había declarado su deseo de convertir Amán (capital de Jordania) en el “Hanoi palestino”, “un trampolín para los ataques al Saigón israelí en Tel Aviv. Si esto no fuera suficiente, el Frente Popular para la Liberación de Palestina del terrorista George Habash (1926-2008) secuestró tres aviones que pertenecían a aerolíneas occidentales y que obligaron a aterrizar en Jordania.
Con el avance de la Guerra Fría, el anti occidentalismo continuó a lo largo de varios países árabes, los cuales comenzaron – a pesar de un supuesto no alineamiento – a la URSS. Lo que los unía era el hecho de que muchas de estas naciones habían dependido de una u otra forma (como colonias o protectorados) de alguna potencia “occidental”, habían sufrido la explotación, ya no de una clase social por otra (como en el marxismo-leninsmo), sino que de una cultura sobre otra.
En el caso palestinos, estos también habían sido víctimas del colonialismo europeo (específicamente inglés), de la comunidad internacional (la extinta Sociedad de las Naciones) y de la ONU (que estableció la Resolución 181). Incluso en nuestros días es común que la izquierda – por ejemplo, en América Latina y en Europa – se mantengan muestran como leales aliados de la causa palestina en contra del Estado de Israel.
Los autores destacan este apoyo a la Unión Soviética por el denominado en ese entonces como “Tercer Mundo” y como se tradujo en que cualquier resolución presentada por esta sería inevitablemente aprobada gracias al apoyo de aquellos países y, por consiguiente, las condenas a Israel serían igualmente fáciles de aprobar. Los autores citan las irónicas palabras de Abba Eban: “si Argelia introdujese una resolución declarando que la tierra es plana y que Israel la había aplanado, se aprobaría por una votación de 164 contra 13, con 26 abstenciones”.
Arafat junto a Habash
De acuerdo con Schwartz y Wilf la orientación anti-israelí de la ONU se haría más evidente tras la Guerra de los Seis Días (1967) y que daría inicio a lo que llaman como una “marea de resoluciones unilaterales” que se cuadraban con el relato palestino. Esta guerra terminó por decidirse en horas, ya que cuando los aviones Mirage israelíes acabaron con la fuerza aérea egipcia, Israel ya se había asegurado la victoria. El triunfo israelí significó que se quedara con toda la península del Sinaí, la franja de Gaza y Cisjordania.
La ONU llegó al límite de violar la soberanía de un Estado miembro (Israel) cuando señaló en 1973 – y en virtud de la Resolución 3236 – que el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares y propiedades constituía una condición indispensable para la solución de los refugiados y para que Palestina tuviese su derecho a la autodeterminación. Añaden los autores que en 1974 la ONU reconoció la OLP como representante del pueblo palestino y también como observador. Hubo países que hicieron observaciones pertinentes a esta resolución como fue el caso de barbados quien afirmó que, para apoyar tal resolución, debía entender dónde se encontraba exactamente aquella “Palestina” a la que los refugiados debían volver. Añadía que, si por “Palestina” debía entenderse el territorio del Estado de Israel, entonces tal resolución violaría el derecho de existir de Israel
Ahora bien, hacia finales de la Guerra Fría el tema palestino ya no gozaba del interés y apoyo del joven secretario general Gorbachov. En 1988 hizo ver su disgusto de tener que reunirse con Yasser Arafat, puesto que ya no era alguien útil en el nuevo escenario internacional. Incluso los autores afirman que el Kremlin filtró a la prensa que Gorbachov había presionado a Arafat para que reconociese el derecho de Israel a existir. Así, los soviéticos restringieron la ayuda a la OLP y cerró las oficinas de la OLP en Moscú. Así, Arafat se vio en una situación compleja y comenzaría a buscar nuevos aliados y continuó su trabajo consistente en cambiar su imagen ante la comunidad internacional.
Gorbachov y Arafat
En palabras de Schwartz y Wilf:
“Para apelar a la sensibilidad occidental, Arafat tenía que encontrar una manera de cambiar sustancialmente la retórica asociada a la lucha palestina, pero sin abandonar la causa. Como táctica general, Arafat empleaba cada vez más un lenguaje ambiguo y vago que estaba diseñado para sonar moderado a oídos occidentales, pero sin alejarse de la exigencia de retorno de todos los refugiados al territorio israelí, y la consecuente liberación total de Palestina”.
Ya desde la década de 1970 Arafat comenzó a hablar de una sola Palestina “laica y democrática”, lo cual pasaba por alta el hecho de que en Oriente Medio, el mundo árabe se caracterizaba por un evidente déficit democrático. También comenzó a tomar protagonismo el concepto de “autodeterminación”. Pero las palabras importan y es por ello que había que dilucidar qué es lo que entendía Arafat y los palestinos por esos conceptos.
Por ejemplo, Arafat hablaba de una solución “justa” y “consensuada” al problema de los refugiados. Los autores se preguntan qué se debe entender por “justa” y “consensuada”. En el cao del primer concepto, este podría significar para los palestinos la devolución de Palestina y rechazar la existencia de Israel. Nasser en Egipto también habló de una “paz basada en la justicia, pero se refería a aquella que reinaría una vez el Estado de Israel hubiese desparecido.
Respecto a este tema comentan los autores:
“En este contexto, una «solución justa» significa lo contrario de una solución basada en un statu quo que mantenga a Israel en su lugar. Recordemos que, a ojos de los árabes, el establecimiento del Estado de Israel se considera una injusticia sin parangón y un crimen que solo se pueden remediar por medio de la eliminación de Israel. Así, cuando un refugiado de ochenta años del campo de Ain al Hilweh, en Líbano, oyó a líderes árabes como Arafat hablar de una «solución justa al problema del refugiado» (el resaltado es nuestro), entendió que significaba la vuelta de los refugiados y la instauración de un Estado árabe en lugar de Israelí”.
En relación con la palabra “consensuada”, los autores explican que esta también resulta ser engañosa. Resulta que el derecho a retorno es uno individual, inalienable e incluso imprescriptible, de manera que ningún líder palestino puede actuar como interlocutor válido de cada uno de los palestinos.
4/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
Tras esos intentos, Washington dejaría de presionar a Israel sobre el tema de los refugiados. Truman convocó a Gordon Clapp para un proyecto económico en Oriente Próximo. Se pensaba que Clapp era el hombre indicado puesto que había dirigido el Tennessee Valley Authority, un megaproyecto del gobierno de Franklin D. Roosevelt para rehabilitar el valle del Tennessee y activar así siete economías sureñas en Estados Unidos, por medio de embalses y centrales. Se pensó que esto podía repetirse en Oriente Próximo. Como explican los autores, el objetivo de Clapp era que la creación de puestos de trabajo conduciría a los refugiados a los empleos permanentes en los países árabes y, con el tiempo, lograrían integrar en aquellas sociedades y ya no dependerían de la ayuda extranjera.
3/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
Como he señalado, esto constituye el punto central de libro de los autores y es que el problema entre Israel y Palestina no se solucionará hasta que el tema de los refugiados no esté subordinado (e instrumentalizado) a otro objetivo a saber: la eliminación el Estado de Israel. Por ende, no es difícil llegar a la conclusión de que el Estado de Israel no podía de manera ingenua abrir nuevamente sus fronteras para que los refugiados regresaran puesto que estarían poniendo en peligro su propia seguridad. Como afirman Schwartz y Wilf: “El razonamiento era obvio: la población árabe era un bando en la guerra. Mientras se prolongase el conflicto, no había motivo para que Israel debilitase sus posiciones en el campo de batalla devolviendo a los palestinos a casa para que empezasen a luchar de nuevo”.
2/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
Así, Schwartz y Wilf señalan que el Plan Dalet – accesible a cualquier para consultar – es claro en que su propósito es militar y que no discriminó en base a la etnia, puesto que el criterio utilizado no era étnico, es decir, si las personas eran o no árabes. Lo medular era si estos se mostraban hostiles o no (lo cual no debió de ser algo fácil de determinar). Si uno lee el Plan Dalet, no se encontrará con ningún plan de limpieza étnica y, en lo que respecta al objetivo del plan, tenemos que consistía en:
1/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)
En este artículo examinaremos el libro titulado “La guerra del retorno. Cómo la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz”. Sus autores son el periodista israelí Adi Schwartz y Einat Wilf. Schwartz es especialista en temas relacionados con el problema de los refugiados palestinos y la historia de los judíos de los países árabes. Actualmente es candidato a doctorado y becario en el centro de comunicaciones internacionales de la Universidad de Bar-Ilan. La otra autora es la política del partido laborista israelí Wilf, quien curso sus estudios en la Universidad de Harvard y Cambridge. En el prefacio del libro los autores explican que son políticamente de izquierda y que su postura frente al conflicto, es la de establecer dos Estados y que, por ende, los palestinos puedan tener su propio Estado en Cisjordania y la Franja de Gaza.