4/6-Historia de China: el colapso de la dinastía Qing (por Jan Doxrud)
Aquí entra en escena un letrado de Fujian de nombre Lin Zexu (1785-1850), quien se trasladó a Cantón como comisario imperial (1838) encargado de erradicar el comercio del opio en Cantón. Como explica Spence, Lin Zexu, quien contaba con 44 años, tenía una dilatada y prestigiosa trayectoria, y este nuevo desafío sería quizás uno de los más complejos y que traería consecuencias no previstas. Así, se dio inicio a una política que comenzó a generar tensiones con los extranjeros y barcos mercantes. Emprendió campañas que enfatizaban lo perjudicial que era el opio y ordenó a los fumadores que entregaran su opio y pipas. Incluso los funcionarios encargados de la educación así como estudiantes fueron obligados a informar sobre potenciales fumadores.
En el caso de los extranjeros, Spence explica que Lin Zexu recurrió a una combinación de coacción, persuasión moral y razones. Ordenó a los mercaderes a que transmitieran a los extranjeros que entregaran sus cajas de opio y persuadió a estos que no se apartasen del comercio de bienes legales como el ruibarbo, té y seda. Por su parte, los extranjeros señalaban que el opio no les pertenecía lo que significaba que el opio lo tenían en consignación y, por ende, no podían entregarlo.
Como gesto simbólico se entregaron mil cajas lo que causó finalmente la furia de Lin Zexu quien ordenó la detención de uno de los principales comerciantes: Lancelot Dent. Pero la comunidad extranjera se negó a entregarlo para que fuese juzgado lo que tensionó aún más el ambiente. Ante esta situación, Lin Zexu ordenó que se pusiera fin al comercio con los extranjeros, lo que se tradujo en una orden en virtud de la cual los trabajadores chinos debían cesar sus labores para los extranjeros y las factorías que operaban fueron bloqueadas. Esto no solo afectó a mercaderes, sino que también al superintendente Elliot. En palabras de Spence:
“(…) fue una experiencia terrible para ellos, que además se vio agravada por el estruendo de los gongs y los cuernos que las tropas chinas hacían sonar durante toda la noche. Al cabo de seis semanas, después de que los extranjeros accedieran a entregar más de veinte mil de opio y el Comisario Lin se hiciera cargo de ellas, se levantó el bloqueo y se dejó salir a todos los extranjeros, salvo a dieciséis”.
Así, se forzó la entrega de opio por medio del bloqueo de las factorías extranjera. Cerca de un millón y medio de opio fue puesto en enormes zanjas de poco más de 2 metros de ancho por 46 de largo, en donde las bolas de opio fueron desmenuzadas y mezclado con agua, cal y sal para disolverlo para posteriormente ser lanzado a un arroyo.
Este evento daría origen a una guerra contra Gran Bretaña. Fueron 2 conflictos bélicos (1839-1842 y 1856-1860) en donde China fue derrotada y humillada: nos referimos a las Guerras del Opio. Son varias las casusa que ayudan a explicar cómo se llegó a este desenlace. El déficit comercial, el ya existente malestar británico “acumulado” por la falta de orden, seguridad y arbitrariedad del comercio con China, el aumento de la adicción al opio entre la población china y el crecimiento de las hostilidades a la presencia extranjera. Sumado a esto, está el bloqueo de 6 semanas de las factorías en Cantón.
Además, las autoridades chinas pasaron a llevar a la autoridad real británica: la del superintendente del comercio extranjero Charles Elliot quien, a diferencia de sus antecesores, gozaba de amplios poderes militares y diplomáticos. Si esto no bastara, y producto de la sobreabundancia de opio, los traficantes británicos habían entregado una significativa parte de sus existencias a Elliot, por lo que se esperaba que el gobierno británico compensara a los traficantes por la pérdida del opio.
Vinculado con esto debemos añadir el lobby realizado por los comerciantes ingleses en Inglaterra para que Gran Bretaña respondiera ante las políticas chinas. En 1839 Elliot solicitaba la ayuda de su gobierno, pero fue la presión ejercida en Londres por parte de quienes tenían intereses en el comercio en China lo que presionó también al gobierno a actuar. Inglaterra no declaró la guerra a China pero si organizó una flota y tropas en India para obtener respuestas del actuar de las autoridades chinas. Finalmente el Gran Bretaña envío 16 buques de guerra (con 540 cañones), 4 vapores armados, 28 buques de transporte, 4 mil soldados, 3 mil toneladas de carbón y 7 mil litros de ron.
Mientras tanto, el comisario Lin continuaba con su política represiva contra consumidores y traficantes, lo que hizo que el precio de venta del opio se disparara y decidió expulsar a los extranjeros de Macao. La fuerza expedicionaria, comandada por el almirante George Elliot (primo de Charles Elliot) se dirigió rumbo a Cantón(1840), bloqueando el estuario del rio Perla, ocuparon la isla rocosa de Hong Kong y continuaron navegando en dirección norte cerca de la costa atacando importantes ciudades. Se logró un primer acuerdo con el gobernador Qishan quien persuadió a los ingleses de no continuar hacia el norte (y hacia la capital del imperio)y regresar a Cantón para continuar las negociaciones.
Ofensiva británica
El temporal éxito del gobernador le significó transformarse en el reemplazante de Lin Zexu, siendo este último desterrado a Ili. El problema comenzó con el acuerdo entre Qishan y Charles Elliot (1841) el cual no gustó ni al emperador Daoguang ni a Lord Palmerston. ¿Qué se había acordado? China cedió Hong Kong, accedió a pagar 6 millones de dólares (dólar de plata) como indemnización, reanudar el comercio con Cantón y permitir contactos oficiales directos con el Estado Qing. El emperador destituyó y exilió a Qishan y Palmerston sustituyó a Elliot como Plenipotenciario por Sir Henry Pottinger quien tenía la misión de tratar con el emperador chino en persona. Palmerston estaba disgustado, entre otras cosas, porque Elliot había conseguido Hong Kong que era “una isla inhóspita sin apenas una casa en ella” y además no había conseguido un pago por el opio destruido. Pottinger marchó rumbo al norte de China con la flota británica, realizando bloqueos estratégicos y atacando y apoderándose de ciudades. En palabras de Spence:
“Docenas de oficiales de los Qing se suicidaron con sus familias al ver que la derrota era segura. El tráfico por el Gran Canal y por el curso bajo del Yangzi quedó bloqueado. Pottinger hizo caso omiso de las peticiones del enemigo, que quería parlamenta, y siguió avanzando hacia la gran ciudad de Nankín, la antigua capital de la dinastía Ming, y ocupó posiciones de ataque ante las murallas el 5 de agosto. Los Qing se apresuraron a pedir la paz y el 29 de agosto los comisarios manchúes, y el gobernador general de Liangjiang firmaron el Tratado de Nankín, debidamente traducido al chino”.
Así, la guerra terminaría con el humillante Tratado de Nankín – firmado a bordo del buque Cornwallis (1842)que estaba amarrado en el río Yangzi – y que, en palabras de Spence: “Fue el tratado más importante de la historia moderna China”. A continuación tenemos algunos de los artículos del tratado:
Artículo 2: apertura de 5 ciudades chinas a la residencia de súbditos británicos y sus familias para que puedan realizar sus actividades mercantiles.
Artículo 3: Hong Kong poseída a perpetuidad por la reina Victoria y sus sucesores.
Artículo 4: pago de 6 millones de dólares por el opio destruido.
Artículo 5: abolición del Cohong
Artículo 6: pago de 12 millones por la guerra (3 millones pago de deudas de comerciantes chinos a británicos)
Estas sumas serían pagadas en 4 plazos antes de finales de 1845 y con un interés anual del 5% por pagos atrasados. En un tratado complementario (1843) Gran Bretaña obtuvo el estatus de “Nación más favorecida”:
“Si de aquí en adelante, por la causa que fuere, el Emperador tuviese a bien conceder nuevos privilegios o inmunidades a alguno de los súbditos o ciudadanos de tales países extranjeros, los mismos privilegios o inmunidades se harán extensivos a los súbditos británicos, que gozarán de ellos”.
Aunque sea paradójico, este acuerdo y la apertura de 5 puertos no significó una mayor intensificación del comercio, siendo sus resultados en el corto plazo decepcionantes. Esta victoria británica sería aprovechada por otras potencias occidentales para obtener concesiones. Por ejemplo tenemos el Tratado de Wanghia de China con los Estados Unidos (Poblado de Macao,1844). En el artículo 18 se ponía fin al impedimento de que los extranjeros aprendieran el chino y en el artículo 21 podemos leer que los delitos cometidos por estadounidenses en China serían juzgados y castigados por el cónsul u otro funcionario de acuerdo a las leyes de EE.UU”.
Ahora bien, a pesar de la victoria británica, estallaría posteriormente la Segunda guerra del Opio (1856-1860). Algunas de las principales causas fueron el desacuerdo en la renegociación del Tratado de Nankín(legalización del opio, residencia en Pekín de un embajador y mayor libertad de circulación en zonas del imperio). En segundo lugar está el incidente del Arrow: un barco chino con bandera británica (otorgada por estos en Hong Kong y por ende protegida por los británicos). Sucedió que las autoridad es chinas detuvieron la embarcación, arrestaron a los tripulantes chinos y bajaron las bandera británica. Esto tuvo como consecuencia el que los británicos lo interpretaran como una violación a la soberanía británica ante lo cual exigió reparaciones.
El conflicto terminó con el Tratado de Tianjn (1858) que, como afirma Spence, “impuso condiciones extraordinariamente rigurosas a China”. Se acordó entre otras cosas: la presencia de embajador británico en Pekin con su familia y personal, apertura de nuevos puertos, la protección de la prédica pública del cristianismo y que los ingleses no serían llamados bárbaros (yi) en documentos oficiales. También se permitió el tránsito sin restricción al interior del territorio si se contaba con el pasaporte correspondiente y se suprimirían todos los nuevos impuestos de tránsito interior sobre las importaciones extranjeras, previo pago de una comisión fija.
El problema es que, si bien China firmó, posteriormente el emperador Xianfeng no aceptó las disposiciones del tratado. Lo que finalmente terminó por detonar la guerra fue la captura, tortura y muerte de miembros de la delegación con vadera de tregua que buscaba dialogar con el imperio Qing. Esto significó que los ingleses respondieran con una violenta ofensiva atacando en 1859 fortines de Dagu en las costas del mar de Bohai. Tras la ejecución de algunos miembros de un grupo de negociadores en 1860, el principal negociador británico, Lord Elgin, decidió marchar hacia Pekín.
Fue aquí cuando las tropas saquearon y destruyeron el Yuan Ming Yuan, el Palacio de Verano construido a las afueras de Pekín por el emperador Qianlong. Afortunadamente los británicos respetaron los palacios dentro de la Ciudad Prohibida. El mismo día del incendio, el príncipe Gong – hermano menor del emperador Xianfeng – ratificó las condiciones del Tratado de Tianjin de 1858.
En esta misma década, el imperio Qing tuvo que hacer frente a la rebelión de los Taiping. Su protagonista fue Hong Xiuquan un campesino de Guangdong perteneciente a la minoría hakka quien había visto frustrado sus intentos de ser parte de la élite letrada tras fallar los exámenes correspondientes. Habría sido en Cantón donde tuvo contacto con ideas cristianas a través de un evangelizador protestante de origen chino quien tuvo una visión o un sueño en donde se vio a sí mismo en el cielo.
Ahí se encontró con un hombre con barba y cabello largo (Dios), quien le reveló que era el hermano menor de Jesús y otro hombre joven quien le enseñó a matar a malos espíritus por medio de una espada. Así, se convenció de que había sido elegido por Dios para llevar a cabo una misión en la Tierra y comenzó a predicar su mensaje a los campesinos de su aldea lo que daría origen a un levantamiento contra los Qing. En palabras de Jacques Gernet:
“Es un iluminado, predispuesto a serlo por temperamento, pero quizá también por sus orígenes y por las tradiciones religiosas locales. La lectura de panfletos difundidos por misioneros protestantes (determina su vocación de mesías. El igualitarismo místico que sería una de las características destacadas del movimiento de los Taiping procede de estos primeros contactos de Hong Xiuquan con la propaganda de las misiones”.
Hong Xiuquan se dirigió a la escabrosa zona del este de la provincia de Guangxi. Allí logró ganar adherentes entre los hakka, mineros locales expertos en explosivos y túneles, tribus de la montaña, prestamistas, pasantes de abogados, ex soldados de las fuerzas Qing. Así sus fuerzas llegaron a sumar un total de veinte mil seguidores hacia el año 1850, lo que llamó la atención de las autoridades. ¿Qué planteaba la doctrina de Hong Xiuquan? Construir una comunidad cristiana y destruir el poder manchú. En palabras de Spence: “(…) veía a los manchúes como demonios que luchaban contra el Dios verdadero, un Dios cuya pureza y presencia habían existido en China hasta que las fuerzas de la creencia confuciana habían apartado a los chinos del verdadero buen camino”.
El 11 de enero de 1851, y tras derrotar a las tropas de los Qing, Hong Xiuquan reunió a sus Adoradores de Dios y se proclamó “Rey del Cielo del Taiping Tianguo” o “Reino del Cielo de la Gran Paz”. Posteriormente los Taiping lanzaron su ofensiva hacia el noreste atacando Guilin (capital de Guangxi) Changsha y Yuezhou. De esta última obtuvieron un rico botín: 5.000 embarcaciones, armas y pólvora. La ofensiva continuó contra Hankou (fines de 1852) y Wuchang (1853) lo que proporcionó a Hong Xiuquan embarcaciones y 1,6 millones de taels (unidad de peso) de plata.
Posteriormente cayó Anqing en 1853 lo que proporcionó otra cuantiosa suma de taels, alimentos y cañones de guerra. Y si esto no fuera suficiente, los Taiping se hicieron con la ciudad de Nankín en donde masacraron a los manchúes de manera brutal. Así tenemos que los Taiping gobernaron desde esta ciudad entre 1853 y 1864 bajo el liderazgo de Hong Xiuquan. Al respecto comenta Jacques Gernet: “Confiere este mismo título de rey a sus ministros y comandantes militares: rey segundo (yiwang), reyes del este, del oeste, del sur y del norte”
Hong Xiuquan instauró una sociedad puritana y ascética en donde se separaron los sexos, y se prohibió el consumo de opio, alcohol, el baile y la prostitución. Se implementó una reforma agraria en donde la tierra fue dividida entre todas las familias de acuerdo con su tamaño.
Tras dejar para sí la producción necesaria para su sustento, el resto era destinado a graneros comunes. Como explica Spence, cada grupo de 25 familias era vigilada por un sargento que llevaba el registro de la producción, mediaba en las disputas y supervisaba la enseñanza de la Biblia y las doctrinas Taiping a los jóvenes. Sumado a esto celebraba oficios religiosos los domingos. A pesar de los logros de esta secta, esta finalmente no logró derrocar a los Qing y finalmente comenzó a colapsar el poder de Hong Xiuquan.
En primer lugar, Spence señala que una causa fue el fracaso del liderazgo colectivo de los Taiping. Hong Xiuquan había nombrado reyes que gobernaban bajo su supervisión, pero dos de estos murieron en campañas militares en 1852 y otros dos terminaron por perder su fe en su líder. Uno de estos, Yang Xiuqing fue asesinado por orden de Hong Xiuquan. El otro que pretendió fundar su propio reino, Shi Dakai, sucumbió ante las tropas Qing.
Otras razón de la caída de esta secta, siguiendo a Spence, fue el ineficiente liderazgo de Hong Xiuquan, que carecía de metas claras y que terminó por aislarse en el mundo palaciego “de placeres sensuales y misticismo religioso, rodeado de concubinas y leyendo la biblia en busca de todas las alusiones a él mismo (…)”. Una tercera razón esgrimida por Spence es que los chinos que residían en Nankín encontraban a los Taiping, en donde muchos eran hakka, “tan estrafalarios como los extranjeros o los manchúes”.
Tropas Qing retoman Nanjing
Estos residentes chinos no vieron con buenos ojos las reformas como la segregación de la población por sexo y ocupación, el intento de imponer un rígido código de conducta y el intento de establecer una tesorería común. Al respecto comenta Spence: “La resistencia pasiva a los Taiping era endémica y las huidas, el espionaje y las defecciones al bando de los Qing eran comunes”.
Otra razón, relacionada con el liderazgo de Hong Xiuquan fue el no haber establecido y coordinado alianzas con otras sublevaciones que acontecieron en ese mismo tiempo: la Nian en el norte y la de los Turbantes Rojos en el sur. Sumado a esto, los Taiping no se preocuparon de ganarse el apoyo de los occidentales, los cuales prefirieron apoyar al imperio Qing. Finalmente Hong Xiuquan murió inanición en 1864 tras el sitio que impusieron los Qing a Nankín, aunque otra versión habla de un suicidio. Este levantamiento no ha constituido una excepción dentro de la larga historia de China.
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2/5-Filosofía política en la antigua China : de Confucio a Xunzi (por Jan Doxrud)
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