2/2-Bill Gates: Cómo evitar el desastre climático (por Jan Doxrud)
En cuanto al acero su utilidad es enorme debido a sus características: resistente, barato, duradero, fácil de moldear y es reciclable. Sumado a esto, como apunta Gates, “forma una pareja estupenda con el hormigón”. El problema surge cuando nos adentramos a la fabricación de este metal, que trae a la palestra a dos protagonistas: el hierro que se obtiene de la corteza terrestre y el carbono obtenido del carbón. Para obtener hacer se debe primero fundir el mineral de hierro a altas temperaturas junto con coque – derivado del carbón que funciona como combustible – y otros materiales.
Es a través de este proceso que el hierro libera oxígeno y el coque librera el carbono y en donde este último se une al hierro para crear acero y otra parte se une al oxígeno dando origen al dióxido de carbono. De acuerdo con Gates: “Por cada tonelada de acero que se fabrica, se emiten cerca de 1,8 toneladas de este gas”. Actualmente, entre los principales países productores de acero tenemos a China, India, Japón, Estados Unidos y Rusia”.
Otro tema que aborda Gates guarda relación con “cómo cultivaos y criamos”. Tenemos que la cría de animales para la alimentación constituye una de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero. Esto incluye también otras actividades como la silvicultura, agricultura y otros usos del territorio. En el caso de la agricultura, entran en escena otros gases de efecto invernadero: el metano y el óxido nitroso. Como explica Gates, el primero es producto de la fermentación entérica, proceso en donde las bacterias en el estómago del animal descomponen la celulosa y la fermentan, produciendo así metano. En palabras del autor:
“En el mundo, hay aproximadamente mil millones de cabezas de ganado destinadas a la producción de carne y lácteos. El metano que liberan mediante pedos y eructos cada año tiene el mismo efecto ene calentamiento que 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que representa cerca del 4 por ciento de las emisiones globales”.
Añade Gate que el excremento (de cerdos y vacas) se descompone liberando una mezcla de gases de efecto invernadero y que, en su mayor parte, se compone de óxido nitroso. En palabras de Gates, cerca de la mitad de las emisiones relacionadas con excrementos procede de los cerdos y el resto proviene de las vacas. Añade que, después de la fermentación entérica, las emisiones provenientes del excremento constituyen la segunda causa de las emisiones del sector agrícola.
Ahora bien, la solución no pasa con decir que debemos poner fin a esta industria ya que esto supondría arruinar a personas que viven de esto. Gates cita el caso de la familia Talam en Kenia que viven de la agricultura y del excedente de leche que obtienen de sus pocos animales. De acuerdo con el autor, existen 500 millones de granjas pequeñas y las dos terceras partes de las personas que viven en la pobreza trabajan en estas.
Otro problema abordado por el autor es el de los fertilizantes. Estos han sido fundamentales en el aporte de sustancias nutritivas a las plantas como es el caso del fósforo, potasio y nitrógeno. Como explica Gates, sucede que, para obtener un alto rendimiento de los cultivos, se necesita una cantidad mayor de nitrógeno de la que se encuentra en el entorno natural.
En el pasado, el ser humano aportaba nitrógeno adicional utilizando abonos naturales como el estiércol y el guano. La revolución llegó con el proceso Haber-Bosch (apellido de dos químicos alemanes) que descubrieron cómo sintetizar amoníaco a partir de nitrógeno e hidrógeno (las plantas obtienen del amoníaco de la tierra el nitrógeno). Con el descubrimiento de estos dos científicos se creó el fertilizante sintético.
Ahora bien, para fabricar fertilizante sintético se requiere producir amoníaco el cual se obtiene mediante un proceso que implica quemar gas natural que libera gases de efecto invernadero. Además de esto, señala Gates, hay que incluir el transporte desde las instalaciones donde se produce hasta el almacén para luego trasladarlos al campo donde se utiliza. Otro problema que destaca el autor es que los cultivos de todo el mundo aprovechan menos de la mitad del nitrógeno añadido a los campos, por lo que el resto contamina las aguas subterráneas o superficiales, o sale por el aire como óxido nitroso.
Fritz Haber y Carl Bosch
Otro tema que aborda el autor es el del desplazamiento y que constituye el 16% de las emisiones mundiales, por detrás de la industria, la electricidad y la agricultura. Sin entrar en detalles, aquí el desafío es enorme puesto que la transición – de manera generalizada – hacia otras formas menos contaminantes aún se ve lejana. Los autos eléctricos irán gradualmente masificándose, pero aún siguen siendo más costosos y, solo constituyen una opción conveniente, cuando el precio de la gasolina se dispara. En palabras de Gates:
“En un momento determinado de mayo de 2020, el precio medio de la gasolina en Estados Unidos había caído hasta los 46 centavos por litro; cuando la gasolina sale tan barata, el vehículo eléctrico no pude competir; las baterías son sencillamente demasiado caras. Dado el coste actual de las baterías, los propietarios de coches eléctricos no ahorran más que cuando la gasolina vale alrededor de 80 centavos por litro o más”.
A esto hay que añadir que los autos eléctricos demoran más en cargarse en comparación con los pocos minutos que toma llenar el depósito de un auto con gasolina. En el ámbito del transporte comercial, los barcos eléctricos no constituyen una opción realista y eficiente a los portacontenedores convencionales
De acuerdo con los datos de Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo de la ONU, en el año 2021 el comercio marítimo internacional se recuperó aproximadamente un 3,2 % con respecto a 2020. Lo anterior se tradujo en que envíos alcanzaran los 11.000 millones de toneladas, siendo este un volumen ligeramente inferior a los niveles previos a la pandemia.
¿Qué hacer frente a estos obstáculos? Las recomendaciones de gates no difieren mucho de las que podemos leer en otros libros sobre el mismo tema. Con esto quiero dar a entender, en primer lugar, que no son los gobiernos – en sus distintos niveles administrativos – los responsables, sino que también el sector privado (inversores, empresas), así como también los ciudadanos. Gates plantea que hay que aunar la tecnología y políticas, con los mercados. En palabras de Gates:
“Los mercados, la tecnología y las políticas conforman los tres niveles que debemos impulsar para desvincularnos de los combustibles fósiles. Tenemos que impulsar los tres a un tiempo en la misma dirección”.
Estos tres conceptos van entrelazados puesto que no tiene sentido adoptar políticas sin contar con la tecnología necesaria para eliminar emisiones. Añade Gates, que tampoco serviría de mucho contar con las tecnologías si no se cuenta con un estímulo financiero para que las empresas energéticas. Otro punto importante es que el tema del calentamiento global no tiene soluciones simples y, cómo apunta Gates “cualquier plan exhaustivo referente al clima tiene que beber de muchas disciplinas distintas”. Así la climatología que nos explica el “por qué” debe complementarse con la ingeniería, la física, la química y las ciencias políticas entre otras.
La innovación, apunta el autor, no se reduce solo a crear nuevas máquinas proceso, sino que “crear nuevos enfoques sobre modelos de negocios, cadenas de suministro, mercados y políticas que contribuyan a que los inventos cobren vida y se difundan a escala global”. Así, lo que propone Gates es ampliar la oferta de innovaciones – o número de ideas que se ponen a prueba – acelerar la demanda de innovaciones. Al respecto comenta el autor:
“Las dos van de la mano, en un continuo tira y afloja. Sin demanda de innovación, los inventores y responsables políticos carecerán de alicientes para elaborar ideas nuevas; sin una oferta constante de innovaciones, los productos verdes que el mundo necesita para lograr el objetivo del cero”.
https://www.breakthroughenergy.org
Se necesita, por ende, apostar más en proyectos I + D de alto riesgo y alta rentabilidad. Sumado a esto se necesita una colaboración entre Estado y privados desde un principio, y abandonar la idea de que “las primeras fases de la innovación corresponden a los gobiernos y, las últimas a la industria”. Gates explica el financiamiento que está haciendo a un proyecto que incluye la creación de un modelo informático que cubre todas las redes eléctricas de Estados Unidos. Sobre los hallazgos de los investigadores respecto a la meta de aumentar el porcentaje de suministro a partir de fuentes renovables, explica Gates:
“Lo que descubrieron fue que no existe forma humana de lograrlo sin mejora la red eléctrica. El modelo demostraba también que planificar la transmisión desde enfoques regionales – en lugar de abandonar cada estado a sus propios recursos – permitiría que todos los estados consiguieran las reducciones de emisiones deseadas con un 30 por ciento menos de renovables de las que necesitarían en otras circunstancias”-
Gates también propone que los gobiernos puedan crear incentivos con el objetivo de reducir costes y riesgos. Esto se puede implementar por medio de deducciones fiscales y garantías de créditos entre otros. Otras ideas que propone es el de fijar el precio del carbono ya sea por medio de un impuesto o a través de un sistema de comercio de derechos de emisión.
https://www.bbc.com/mundo/articles/c3gx8ze2ylmo
En el ámbito agrícola, se puede hacer uso de ciertas razas de ganado que emitan menos gases de efecto invernadero (Gates señala que las vacas de América del Sur emiten hasta cinco veces más que las de América del Norte). También se puede optar por comer carne vegeta en donde Gates trae a la palestra el caso de dos empresas en las cuales ha invertido: Beyond meat e Impossible Foods. En suma, un tema central del libro es reducir las “primas verdes” (coste adicional por optar por tecnologías verdes) pero para ello se requiere de otro requisito que resulta ser complejo y es la coordinación global entre los distintos Estados, es decir, que logren poner el interés global por encima de los intereses nacionales.
