Ahora examinemos algunas críticas reaizadas a los autores, principalmente a su libro “Por qué fracasan los países”. Una critica proviende del economista indio Arvind Subramanian. En resumidas cuentas lo que Subramanian pone en el tapete es el caso de la trayectorias segiidas por China e india que vendrían a desafiar la tesis de Acemoglu y Robinson sobre las los efectos políticos y económicos de las instituciones extractivas e inclusivas. Subramanian se pregunta la razón por la cual China, un régimen autoritario, ha logrado un mayor crecimiento económico y reducción de la pobreza en comparación con la vasta democracia existente en India. En el blog de su libro Acemoglu y Robinson se hacen cargo de esta supuesta contradicción puesta en el tapete por Subramanian, es decir, que un régimen autoritario fomentara mayor prosperidad que una democracia.
5/6-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)
Pasemos ahora a examinar un segundo libro de Aemoglu y Robinason: “El pasillo estrecho”. El libro versa acerca de cómo los países pueden alcanzar la libertad y escapar del autoritarismo. En el prefacio los autores dedican algunos pasajes a explicar, de manera no exhaustiva, qué entiende por libertad. Para ello apelan a la definición de John Locke. No profundizaré sobre el tema de la libertad ya que lo he abordado en otros ar´ticulos, pero en el caso de los autores, estos hacen referencia implícitamente a la célebre división establecida por Osaiah Berlin entre libertad negativa o genitiva (libertad de) y la libertad positiva (libertad para). En palabras de Acemoglu y Robinson:
4/6--Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)
De esta manera las instituciones “políticas” extractivas mantendrán instituciones “económicas” extractivas crean una relación sinérgica y un bucle de fuertes retralimentación. En palabras de Acemoglu y Robinson:
“(…) las instituciones políticas permiten que las élites controlen el òder político para elegir instituciones económicas con menos limitaciones o fuerzas que se opongan. También permiten que las élites estrcuture las futuras instituciones políticas y su evolución. A su vez, las instituciones economcias extractivas enriquecen a esas mismas élites, y su riqueza económcia y su poder ayudan a consolidar su dominio político.”
3/6-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)
El capítulo dos del libro titulado “Teorías que no funcionan” en donde abordan las tres hipótesis que he mencionado, los autores explican que defienden la idea de que para poder comprender la desigualdad se debe entender la razón por la cual algunas sociedades estñan organizadas ineficientemente. Para entender esto se debe ir más allá de la economía para integrar la política y las decisiones que se toman en las alturas del poder para así lograr comprender por qué algunos países fracassan y otros prosperan. En palabras de los autores:
2/6-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)
Pasemos a la hipótesis cultural en virtud de la cual son las costumbres, tradiciones y valores las determinantes del fracaso o éxito de la naciones. Ya Max Weber había destacado que había sido la ética protestante la que había catalizado el éxito de ciertos países europeos y en nuestro días aún exxisten algunos estereotipos en torno a la holgazanería de los países del sur de Europa (incluso han recibido en nombre de PIGS = Portugal, Italia, Grecia y España) con su falta de esfuerzo y por la siesta. Los autores añaden otros estereotipos como que los países latinoamericanos son derrochadores y que sufren de la cultura ibérica del “ya lo haré mañana”.
1/6-Daron Acemoglu y James A. Robinson: Economía, Instituciones y Democracia (por Jan Doxrud)
En estos artículos me referiré a dos libros de los autores Daron Acemoglu y James A. Robinson: “Por qué fracasan los países” (2012) y “El pasillo estrecho” (2019). Acerca de los autores, tenemos que Acemoglu es un economista hijo de padres armenios nacido en Istambul (Turquía) en el año 1967. Sus primeros estudios los cursó en la Universidad de York (Inglaterra) donde obtuvo su grado de bachiller y luego obtuvo su Master of Science y PhD en el London School of Economics. A partir de 1992 comenzó a desarrollar su dilatada carrera académica en el Massachusetts Institute of Technology, siendo, a partir del 2010, Elizabeth and James Killian Professor of Economics.
2/2-Organizando el Leviatán (por Jan Doxrud)
De acuerdo a Dahlström y Lapuente, los países influenciados por el Derecho romano y el Código napoleónico (a diferencia del Common Law) son más propensos a que las carreras de los políticos y burócratas se encuentren integradas .Los autores citan el trabajo del economista de la Universidad de Berkeley, Ross Levine, titulado “Law, endowments and property rights” (disponible en pdf). En este paper, Levine señala que el Código Civil francés de 1801 significó un quiebre sustantivo con la tradición legal francesa. Añade Levine que Napoleón buscaba un sistema legal que empoderara al Estado y minimizara el rol independiente de los jueces haciendo del Estado la única fuente e intérprete de las leyes. Como señalan Dahlström y Lapuente, para Napoleón, los jueces debían dejar de ser profesionales independientes para convertirse en “autómatas” que debían limitarse a implementar la idea de justicia codificada por los gobernantes.
1/2-Organizando el Leviatán (por Jan Doxrud)
Como ya he abordado en otros artículos, el tema del Estado no le es indiferente a nadie y despierta las más variopintas pasiones y reacciones. Desde los anarquistas de diversas corrientes que claman por la extinción del “Leviatán” (tal como lo representó hace cientos de años Hobbes, pasando por minarquistas que solo le atribuyen una serie de funciones muy limitadas hasta los estatistas que depositan una fe ilimitada en las capacidades del Estado y creen ver una relación directamente proporcional entre tamaño del Estado y su eficiencia (al igual que los minarquistas, pero en sentido contrario). En un reciente libro titulado “El pasillo estrecho. Estados, sociedades y cómo alcanzar la libertad” (2019), Daron Acemoglu y James Robinson nos hablan de “encadenar al Leviatán”.
4/4- La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)
Volviendo a Collier, el economista explica que Besley y Kudamatsu descubrieron que la diferencia entre una autocracia próspera y otra ruinosa radicaba en si este “selectorado” estaba dispuesto a ejercitar su poder, esto es, a derrocar a los dictadores incompetentes. En virtud de lo anterior el lector podrá concluir que estos selectorados no ejercen su poder en el caso de algunos países africanos, puesto que en aquellos territorios las autocracias resultan ser ruinosas e ineficientes. De acuerdo a Besley y Kudamatsu, el selectorado estará dispuesto a derrocar al dictador si se encuentra seguro de que este podrá ser sustituido por uno de los suyos. De acuerdo a esto, Collier señala que ahí podría residir la razón por la cual una autocracia fracasa en aquellas sociedades estratificadas en poderosas identiddes étnicas y es que el cambio político puede ser arriesgado.
3/4- La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)
Así, habría que tener en cuenta otros factores a la hora de evaluar el porqué la democracia fracasa en los PCM. Por ejemplo, Collier aborda el tema de las identidades étnicas presentes en los PCM y cómo estas pueden constituir verdaderos obstáculos para el establecimiento de una república democrática estable así como también la reducción de los niveles de violencia. En estos países, explica el autor, la manera más fácil de organizar las lealtades políticas es fundamentándolas en la filiación étnica, que son más profundas e intensas que en los países de renta alta, lo que se traduce en que los votos quedan sujetos o cautivos en bloques de identidades antagónicas, señala Collier. Otro problema evidente es la falta de aquel “pegamento social” que nosotros conocemos bajo el nombre de “nacionalismo” y que tiene el efecto de generar en las personas la idea de que pertenecen a una identidad superior: la nación.
2/4-La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)
Con el final de la Guerra Fría, el derrumbe del comunismo y el comienzo de la retórica pro globalización y liberalización se generaron algunos cambios significativos en el África subsahariana. Como explica John Illife, cuando tumbaron el muro de Berlín en 1989, 42 de los 45 estados subsaharianos eran regñimenes autoritarios y, 5 años después, ya ninguno era un Estado de partido único, 38 celebraron elecciones y 16 regímenes autoritarios fueron reemplazados por gobiernos electos.
1/4- La búsqueda de la estabilidad política en el África Subsahariana (por Jan Doxrud)
En estos 4 artículos realizaré una reseña del libro de Paul Collier titulado “Wars, Guns and Votes. Democracy in dangerous places” publicado en el año 2009. De entrada debo advertir que en algunos pasajes me aventuraré a ir un poco más allá de los limites del libro de Collier, para dar mayores detalles sobre algunos temas.Pero también me temo que habrán ciertas omisiones, puesto que, al menos en estos artículos, no me adentraré en los estudios antropológicos y poscoloniales acerca de los temas de la identidad, etnia y tribalismo (quizás en otro artículo pueda abordar estos temas)
12/12-La globalización. ¿propuestas? (por Jan Doxrud)
Dani Rodrik ve la necesidad de transitar hacia una nueva forma de capitalismo que denomina como “capitalismo 3.0”. El “capitalismo 1.0” habría sido aquel modelado por el pensamiento de Adam Smith y otros autores caracterizado por la existencia de un Estado “gendarme” que se preocupaba por velar por la seguridad de los ciudadanos, administrar justicia, mantener la seguridad externa y recaudar impuestos. Igualmente dentro de este capitalismo el Estado daría pasos hacia lo que posteriormente vendría conocerse como Estado de bienestar, por ejemplo cuando el canciller alemán Otto von Bismarck (1815-1898) introdujo un sistema de seguridad social en el Segundo Reich alemán (1871-1918).
11/12- La globalización. Problemas y trilemas (por Jan Doxrud)
Otro economista defensor de la globalización y el libre comercio es Jagdish Bhagwati. El economista distingue entre dos tipos, siendo una de estas la económica y una no económica. Señala que existen muchos grupos que se preocupan de cuestiones como los derechos humanos o la solidaridad, y le dan un enfoque universal, “y ésta es otra gigantesca fuerza globalizadora, que no es económica”. Asi, el autor señala que estas dos globalizaciones, la social y la económica, han entrado en conflicto. Ahora bien, estas dos globalizaciones no necesitan sr, necesariamente, contrapuestas puesto que, como afirma Bhagwati, la globalización económica puede ser una fuerza muy creativa para genera prosperidad, la cual es positiva para la globalización social. Añade que todos los sentimientos en contra de la globalización están equivocados, puesto que frecuentemente, aunque no siempre, la globalización es un aliado de los cambios sociales. Al respecto comenta el economista:
10/12- La globalización. Algunos críticos (I) (por Jan Doxrud)
Examinemos algunas crítcas a la globalización así como también quienes la defienden. Este último concepto sin duda genera polémica y reacciones antagónicas. Algunos autores tienen una visión balanceada sobre la globalización llevando a cabo una evaluación más objetiva e imparcial, destacando tanto aspectos positivos como negativos. También existen posturas más radicales que rechazan la globalización mientras que otros rechazan un “cierto tipo” de globalización, de manera que lo que buscan es darle a este proceso un rumbo diferente, que sea compatible, por ejemplo, con el desarrollo sustentable, el bienestar social, la soberanía estatal, etc. El movimiento internacional “Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana” (más conocido como ATTAC) en un artículo para el medio alemán Deutsche Welle señalaban que buscaban “otro tipo de globalización”, principalmente una que estuviese más regulada en lo que respecta, por ejemplo, al flujo de capitales.
9/12- La globalización. Un poco de historia (VII) (por Jan Doxrud)
Algunos autores, preferentemente de la izquierda política, han querido denominar a esta nueva “era económica” que se gestó en la década de 1970 como neoliberal, de manera que en nuestros días vivmo dentro de un modelo económico llamado “neoliberalismo”. Ya he escrito varios artículos sobre lo problemático e impreciso que resulta ser este concepto, peo igualmente podemos señalar algunos aspectos de este modelo neoliberal. Este, a pesar de tener sus orígenes, sin ir más lejos, en la década de 1970, habría tenido su carta formal de nacimiento a comienzos de 1990 con el denominado “Consenso de Washington”, término acuñado por el ya mencionado economista John Williamson y que consistía en una serie de políticas económicas de corte liberal recomendadas a los países latinoamericanos.
8/12-La globalización. Un poco de historia (VI) (por Jan Doxrud)
A lo anterior hay que sumar el influjo de las ideas económicas, en este caso específico, la influencia de economistas como Eugene Fama y su idea de los “mercados eficientes” (que puede retrotraerse a los trabajos de Louis Bachelier, 1870-1946) que introdujo en su tesis doctoral en 1965 y que sería desarrollada en los años siguientes. Como se puede inferir, para este economista existe una estrecha relación entre los precios de los activos y la información, en donde los primeros incorporan plenamente la información disponible. En su trabajo, Fama explica que un mercado eficiente es uno en que gran cantidad de agentes racionales, que buscan maximizar su beneficio, se encuentran activamente compitiendo, disponiendo de información prácticamente gratuita, con el objetivo de predecir el futuro valor de mercado de los títulos.
7/12- La globalización. Un poco de historia (V) (por Jan Doxrud)
Una de las consecuencias de la crisis petrolera fue la aparición del fenómeno de la “estanflación”, es decir, una combinación de inflación y estancamiento que no podían ser resueltas con las políticas “keynesianas” que apuntaban a estimular la demanda agregada. Pero la medicina no daba resultado, es decir, el estímulo de la demanda agregada solo generaría más inflación, de manera que la solución tenía que darse a nivel microeconómico, a nivel de empresa. En palabras de Rodrik:
6/12- La globalización. Un poco de historia (IV) (por Jan Doxrud)
Dejemos atrás la experiencia asiática y abordemos la siguiente pregunta: ¿logró perdurar el sistema Bretton Woods? Nada dura por siempre y este sistema también entró en declive hasta disolverse. En este sentido, la década de 1970 fue crucial. Comienza así lo que vendría a ser la “segunda globalización”, que Comín la sitúa entre los años 1980 y 2000. En primer lugar examinemos las razones que explican esta segunda globalización para, posteriormente, abordar algunos hitos importantes acontecidos a partir de la década de 1970. Francisco Comin explica que la segunda globalización fue producto del triunfo de las políticas económicas liberales a partir de la década de 1980. Añade que esta segunda globalización presenta algunas difetrencias con la primera (1870-1914). Una primera novedad, explica Comín, es que esta segunda globalización no se limitó a los países de la economía atlántica puesto que incluyó nuevos continentes, sobre todo asiáticos.
5/12- La globalización. Un poco de historia (III) (por Jan Doxrud)
No todos los países emergentes sufrieron consecuencias negativas producto de esta primera expansión de los mercados. Cuando hablamos de consecuencias negativas nos referimos a varias como la ocupación violenta de países por parte de potencias europeas o la falta de diversificación de productos de exportación lo que se tradujo en que muchos países no fueran más allá en sus ambiciones e intentar de cambiar sus modelos extractivistas basados en la exportación de materias primas e importación de manufacturas. Como explica Rodrik, la especialización en la explotación y exportación de materias primas no fomentaba la acumulación de conocimientos y retrasaba la reducción de la fecundidad de manera que, a diferencia de los países más desarrollados, las tasas de natalidad continuaban siendo altas en los países en vías de desarrollo.