8-Los Chicago Boys y la economía chilena.  Las reformas bajo Sergio de Castro (I) (por Jan Doxrud)

8-Los Chicago Boys y la economía chilena.  Las reformas bajo Sergio de Castro (I) (por Jan Doxrud)

El  nuevo Ministro de Hacienda, Sergio de Castro (1976 - 1982), en su exposición sobre el Estado de la Hacienda pública en 1978[1], continuó explicando lo que Jorge Cauas había hecho en su exposición del año 1974. Para de Castro, la debacle económica durante la Unidad Popular fue la consecuencia lógica de años de malas políticas económicas implementadas, al menos, desde la crisis económica mundial de 1929. Tal modelo económico que comenzó a tomar firma en Chile se caracterizaba por la industrialización forzada, utilización de altos aranceles, controles de precios y a la puja distributiva por conseguir favores del Estado. En su exposición de julio de 1981[2]nuevamente comienza su haciendo alusión a la Unidad Popular que representaba la consecuencia de 40 años de malas políticas económicas que llevaban directamente a un estatismo sobredimensionado. En palabras del economista:

“La idea de concebir al Estado como el gran impulsor de la actividad económica, y la decisión de sobreproteger una determinada estructura productiva chilena, excluyendo para ella nuestra economía de todo autentico desafío competitivo, reo velaron su creciente ineficacia”. 

Más abajo añade de Castro sobre la Unidad Popular:

“Es cierto que la asunción del Gobierno por el marxismo pudo entonces haberse evitado, en razón del carácter minoritario de esa ideología en nuestro pueblo. Pero la erosión producida por décadas de estatismo, politiquería y demagogia había minado la energía moral para advertir cabalmente el peligro que encerraba la embestida comunista, y asimismo había deteriorado nuestra realidad económico-social, al punto de transformar la llegada del marxismo al poder, en un hecho inexorable”. 

Arnold Harberger y Sergio de Castro

Arnold Harberger y Sergio de Castro

Como ya señalé, las políticas implementadas por los economistas liberales no eran algo nuevo y, como señala Büchi, no habían inventado la pólvora. La originalidad de la experiencia chilena no radicaba en los contenidos del programa económico. Para Büchi lo encomiable y la originalidad de la experiencia chilena fue que se desarrolló dentro de un contexto adverso, en donde el liberalismo económico no era la norma. En palabras de Büchi:

Lo asombroso estuvo ahí. En haber iniciado un proceso de saneamiento y recuperación de la economía que iba a contrapelo de las mitologías programáticas imperantes en la región, las cuales, desde el socialismo al populismo, compartían una confianza al margen de toda racionalidad en el intervencionismo estatal y en el efecto vivificado de políticas monetarias de corte expansivo”.

En suma, los economistas liberales tuvieron que hacer frente a un panorama adverso. Como señala de Castro, uno de los principales problemas era la barrera psicológica y restricciones mentales frente al modelo que proponía. Tales restricciones estaban en los uniformados, sectores de la Iglesia, funcionarios públicos, economistas de la Cepal y académicos. Estas personas, comenta de Castro, habían sido educadas en otro esquema que sólo necesitaba de ciertas correcciones. A esto hay que añadir el clima de hostilidad internacional al régimen militar (que llevó a Pinochet a llevar a cabo un primer plebiscito para ganar apoyo y legitimidad por parte de la ciudadanía) y la crisis petrolera de octubre de 1973. 

Sin embargo, el tesón, el autoconvencimiento, la inteligencia y la mística que prevalecía entre estos economistas hizo que su visión se impusiera y comenzaran con una serie de medidas que apuntaban a: reducir el gasto público, despedir empleados públicos, privatizar (proceso que fue insuficiente para de castro quien quería privatizar absolutamente todo), liberalizar los precios, devaluar, reformas arancelarias y volver a traer disciplina al actuar del Banco Central. Las anécdotas acerca de cómo se trabajaban resultan ser increíbles. Por ejemplo, Ernesto Fontaine cuenta que Sergio de Castro tuvo que ocuparse sobre el tema de determinar el precio de las cecinas, siendo visitado por la “Asociación de Productores de Cecinas”. El problema no se reducía fijar el precio de las cecinas sino que de los distintos tipos de cecinas que existían. Lo que la “Asociación” buscaba era obtener por parte de la autoridad un reajuste de aproximadamente 80% a sus precios.

Sergio de Castro y Ernesto Fontaine en su época de estudiantes de post-grado

Sergio de Castro y Ernesto Fontaine en su época de estudiantes de post-grado

De Castro le señaló que vinieran al otro día para estudiar el caso. Al otro día se presentaron de Castro les respondió: “Señores, yo no sé nada de salamis, de salchichas, ni de gordas, por lo que desde ahora el precio de las cecinas quedará libre y sujetos a las fuerzas de la demanda y la oferta”.Al otro día regresaron los productores señalando que, de acuerdo a sus cálculos solo necesitaban algo así como un 40% de reajuste a lo que de Castro respondió: “Señores, el precio es libre, desde ayer”.Los productores regresaron por tercera vez, señalando que, haciendo un sacrificio por el régimen que los había liberado de la UP, aceptarían un reajuste de, algo así, 25%. De Castro respondió: 

Señores, el precio es libre, así que váyanse a competir entre ustedes y no esperen que el gobierno les valide los precios monopólicos que quisieran fijar coludidamente entre ustedes. También les informo que habrá desde ahora libertad para que cualquiera que lo desee pueda instalar nuevas fábricas de cecinas y pueda competir con ustedes”.

Se tuvo que hacer frente a situaciones insólitas. Fontaine señalan por ejemplo, que los créditos subsidiados por CORFO para la plantación de frutales se otorgaban solamente a quienes plantaban en las áreas incluidas en su “Plan Frutícola” y, por ende, denegados a quienes deseaban plantar en otras áreas. Otro situación era la de los bancos. La tasas de interés reales de los créditos bancarios habían sido casi siempre negativas, señala Fontaine, puesto que estaban fijadas por el Banco Central a un nivel menor que el de la inflación. Esto no era todo, pues los banqueros repartían verdaderos regalos con el otorgamiento de créditos a sus clientes. A cambio, estos últimos le retribuían también con regalos ya sea en cumpleaños, matrimonios o navidades. Se tuvo también que hacer frente, en la década de 1980, al fuerte monopolio que tenían los trabajadores portuarios.

Esto se hizo por medio de la comprarle sus matrículas o carnets de sindicatos, de manera que se procedió a ampliar el número de estas para que cualquiera pudiese obtenerlas y contar de esa manera con autorización para entrar en el puerto a movilizar las cargas. Esta medida repercutió positivamente en la disminución de los costos de embarque y desembarque. Por último se procedió a desmantelar el monopolio que tenían por ley los colegios profesionales tales como el de Médicos, Arquitectos o Ingenieros. Tal gestión fue llevada a cabo por la Ministra de Justicia Mónica Madariaga en 1977. Sucedía que, por ejemplo, para poder firmar recetas, balances o planos se debía pertenecer a uno de estas asociaciones. También acontecía que, para recibir una asignación por título en las remuneraciones, se debía pertenecer a uno de estos colegios profesionales a los cuales había que pagarle cuotas para financiar su burocracia. Finalmente estos Colegios pasaron a ser asociaciones gremiales sin poder monopólico. 

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Otra medida fue el proceso de reprivatización  que transcurrió entre 1974 y 1978, que correspondió al desmantelamiento del Área de Propiedad Social creada por la Unidad Popular (1970-1973). Como explica Patricio Meller, a fines de 1973, más de 400 empresas y bancos estaban legalmente bajo control estatal. A fines de 1980 sólo quedaban 45 empresas en el sector público. Continúa explicando el mismo autor que la venta de empresas controladas por el Estado se llevó a cabo en medio de una grave recesión interna con un mercado de crédito muy estrecho lo que significó que sólo unos pocos agentes económicos del sector privado pudieron realizar ofertas, lo que se tradujo a futuro la conformación grandes conglomerados que controlaban la estructura económica mediante la propiedad y el control de las principales empresas y bancos. Continúa explicando Meller: 

“Se estimuló la concentración de la propiedad en pocos grupos a través de la venta de grandes paquetes de acciones, o incluso del 100% de las acciones de una empresa (…) Muchas de ellas, así como muchos bancos reprivatizados, prácticamente quebraron en 1982 - 1983, siendo intervenidas y rescatadas por el Estado y constituyendo lo que se llamó como el área “rara” de la economía; posteriormente vivieron una segunda reprivatización”.

[1]Sergio de Castro. Exposición sobre el estado de la Hacienda Pública, octubre de 1978 (http://bibliotecadigital.dipres.gob.cl/handle/11626/7641)

[2]Sergio de Castro. Exposición sobre el estado de la Hacienda Pública, octubre de 1981 (http://bibliotecadigital.dipres.gob.cl/handle/11626/7648)

Libros:

 -Juan Pablo Couyuomdjian (ed). Reformas económicas e instituciones políticas. La experiencia de la misión Klein-Saks en Chile.

-Patricio Meller. Un siglo de economía política chilena (1890-1990)

-Ricardo Ffrench-Davis. Chile entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad.

-Carlos Huneeus. El Régimen de Pinochet.

-Ernesto Fontaine. Mi visión

-Manuel Gárate. La revolución capitalista de Chile (1973-2003)

-Hernán Büchi. La transformación económica de Chile. El modelo del progreso.

-Francisco Rosedende (ed.) La Escuela de Chicago.

-Germán Urrea. Chile: por un nuevo modelo. Para una sociedad democrática, solidaria y sustentable.

-Manuel Delano y Hugo Traslaviña. La herencia de los Chicago Boys (http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/mc0032319.pdf)

 

-Sofía Correa, Algunos antecedentes Históricos del Proyecto Neoliberal en Chile (https://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjK3Oe8x8_dAhUCIZAKHX7ZBmQQFjAAegQICBAC&url=http%3A%2F%2Frepositorio.uchile.cl%2Fbitstream%2Fhandle%2F2250%2F146089%2FAlgunos%2520antecedentes.pdf%3Fsequence%3D1%26isAllowed%3Dy&usg=AOvVaw3v5mn0DYruh9ua1RTgqhsF)