(2) Una pseudociencia llamada Grafología. Los inicios. (por Jan Doxrud)

(2) Una pseudociencia llamada Grafología. Los inicios. (por Jan Doxrud)

Examinemos  ahora  al  verdadero  padre  de  la grafología.  El  término  grafología  fue  acuñado por Jean  Hippolyte  Michon  nacido en  1806,  sacerdote  católico,  educador,  historiador  y arqueólogo destacado, y padre indiscutido de la grafología. Publicó trabajos sobre el tema  después  de  recolectar por años  muestras  de  caligrafía. Fue  sin  embargo,  Crepieux-Jamin  quien sistematizó y estructuró las teorías de Michon. La grafología de Michon era de carácter analítica mientras que la de Crepieux-Jamin  tenía  un  enfoque  más  holista. Regresando a Michon, este conoció a Alphonse Desbarrolles, quien  practicaba  la  quioromancia  y  alentó a Michon  a  publicar  sus  métodos  de  análisis  y  que él correría con el financiamiento del proyecto.

Lo  que  molestaba  a Michon era que en el prefacio se mezclara la grafología con una disciplina como la quirología  (lectura de la mano). Finalmente  se  realizó  el  prefacio y el  libro  se publicó en  1872  con  el  título  de  Les  misteres   de  l’écriture. Michon  ya  había  utilizado por  primera vez el término “grafología” en  1871  en  su  gaceta  titulada “La  Graphologie”, en  donde  en  una se  puede  leer, “el  arte  de  juzgar  a  los  hombres  por su  escritura.”. Así, la  grafología salió a la luz y Michon comenzó a dar conferencias para ganar adeptos a su nueva  “ciencia”.  Michon consideraba la  grafología  como  una  herramienta  para  el  mundo  moral  y  que  había  aparecido a través de la intervención divina en una época de grandes avances producto del  descubrimiento de la electricidad y la máquina a vapor. 

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En  1875,  Michon  publicó “Systeme  de Graphologie” seguido en 1878 por“Méthode practique de graphologie”  donde  describió  los  principios  del  análisis  grafológico  de  la  escritura  a mano. En  1879  publicó  un  trabajo  sobre  Napoleón  I  trazando  una  historia  del  personaje analizando su escritura desde  su  juventud  hasta  su  exilio  en  Santa  Helena. Michon  era  un  empirista  y  en  sus  escritos  cuenta  cómo  clasificaba las miles de firmas de autores con una personalidad y voluntad fuerte  y  la  de  aquellos  con  una  personalidad  y  voluntad  débil.  La  conclusión de sus estudios comparativos de las miles de muestras de escrituras a mano es que las personas  de  voluntad débil realizan la recta horizontal de la “t” de manera débil, por lo que el lector tiene que darse por enterado que si su “t” o en general la presión de su escritura no es lo suficientemente, firme indicará que usted es una persona pasiva, con dificultad de enfrentar los problemas de  la  vida. Esto se convirtió en un verdadero principio de la grafología, no sólo en el caso del trazado de la “t” sino que para cualquier trazado que tenga un punto final.  Jean  Hyppolite  Michon  falleció en 1881, pero la grafología ya era un fantasma que rondaba en Europa. 

Michon  no  estaba  satisfecho  con  las  pruebas  empíricas  para  justificar su método. Por lo demás, quería dotar a la grafología de una teoría que explicara su  trabajo. Michon  comenzó a dejar cada vez más  en  evidencia  el  carácter pseudocientífico de su disciplina. Defendía la idea de la filosofía como la  manifestación  del  alma  a  través de los signos gráficos y que se basaba en la íntima conexión que existía entre cada signo que emanaba  de  la  personalidad  humana  y  el  alma, que  era  la  sustancia de  la  personalidad. El  autor  creía  que  a través de la escritura se manifiestaba lo más íntimo de cada  uno  de  nosotros. Pero esta  escritura  debía  ser  lo más espontánea y pura, no “contaminada” por la caligrafía, por nuestra preocupación de escribir  correctamente. Desde la infancia se nos enseña a escribir con el objetivo de que en el futuro escribamos de manera clara y legible, para que los demás puedan entendernos.

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Para  Michon, la  caligrafía  que  se  nos  enseña  en  los  centros  educativos  era  una  forma de escritura mecánica que no reflejaba nuestra verdadera  alma. De  acuerdo  a  Michon  sólo  aquel que escribe de manera espontánea e inconsciente,es decir, que abandona los hábitos de la caligrafía (y que no está preocupado por la forma) podrá  expresar a través de la escritura su ser íntimo.  Este es el mismo argumento que se utiliza en la actualdad.  Mientras  que Michon nos dice que la escritura a mano es escritura del alma, los  grafólogos  contemporáneas nos dirán que la escritura a mano es escritura del cerebro (handwrtting is soul writting, handwritting is brainwritting

Michon  localizaba  la  existencia  del  alma  en  el  cerebro  y  añadía  que era en el cerebro donde se  originaban  todas  nuestras  percepciones  e  impresiones,  y  por  ende, era  el  lugar  desde donde emanaban  las  expresiones  de  nuestro  ser moral e intelectual. Es el cerebro el que controlaba  todas las  extremidades   del  cuerpo  a  través   del  sistema  nervioso,  por  tanto  debió  haber   tenido  en mente que la escritura  a  mano  era “escritura  cerebral”. Escritura,  pensamientos  y  personalidad son  parte  de  la  actividad  cerebral,   por  lo  que la escritura manifiesta o materializa  nuestros pensamientos, incluso aquellos más íntimos, aquellos  que  nosotros  mismos  no  somos concientes. Insistamos una vez más: handwritting is soulwritting or brainwritting. 

Otra  idea  central  de  Michon  es  la  de  “signos  fijos”. Michon  estaba  convencido  del carácter científico  de  su  pseudociencia y era justamente el “significado fijo” de los signos la primera ley de la fisiología  gráfica. Ya señalé  ejemplos  de  estos signos  fijos. Por  ejemplo,  sobre los rasgos derivados de  la  curva  se considera que la  espiral  puede significar egocentrismo, encierro o búsqueda interior. Otro  ejemplo  es l a hampa  de  la “t”. Si  es recta y firme ¿adivinen que significa? Correcto: eres una persona  con  determinación, tienes  confianza  en  ti  mismo,  pero  si  la  hampa se curva en la base, esa  determinación  y  firmeza  puede  verse  alterada,  suavizarse  cuando   se  entra  en  contacto con el mundo exterior. Para Michon la representación gráfica expresa fidedignamente lo  que  representa. No hay contradicción entre el signo y lo que representa, siendo esto  un  principio o “el” principio fundamental  de  la  grafología. Pero ¿existe  unanimidad  en  la  comunidad  grafológica (si  es que existe una) acerca del significado de  los signos? La respuesta es negativa. Por lo demás, no existe algo así como una escuela sino que varias escuelas de grafología.

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Hay  otra  ley  en  lap seudociencia  de Michon que es la “lois des resultantes”,donde un rasgo de la escritura influencia  a otro. Cada signo gráfico es matizado por otro signo. Al parecer, Michon está lejos de practicar una grafología aislada que considera los signos de manera aislada y no dentro de un contextos, ya que considera que sólo un pequeño número de características pueden ser representados por  un  signo  gráfico  o  simple. Hay  características  que  son representadas por un grupo de signos gráficos  que  constituye  un  signo  complejo  en  la  terminología  de Michon. Cuando se presentan signos   contradictorios  en   la  escritura, indica  ( adivine  el  lector)  que  estamos   en  presencia  de una  personalidad  compleja  y  contradictoria. Michon  escribió que una emotividad reprimida se manifiesta  en   una  escritura  vertical,   mezclada   con   letras   con  una   inclinación   hacia  la derecha. Para la grafología,  el que la escritura sea vertical, es decir, hampas que forman un ángulo de aproximadamente 90°, vendría  a significar que  estamos ante una personalidad  en la que predomina la  razón  sobre   el  sentir. En  cambio,  mientras  más  inclinada  esté  hacia  la  derecha,  significa  el predominio de la emocionalidad e impulsividad. 

Algunos  se  preguntarán:   ¿Cómo  se  puede  saber  de  manera  exacta,  por  medio  del   ángulo de una letra, aspectos de la personalidad de una persona? La respuesta es: ¡utilizar  un  transportador ! Esto  puede  variar  de  un  grafólogo  a  otro. El  ángulo  de 90° es la de una personalidad contenida, mas racional que emocional. Otros  dirán  que  si la base de la línea y la inclinación de la cresta crean un  ángulo  entre  30 ° y  40°, estaremos  en  presencia  de  un  sujeto emocional, que evita la soledad y disfrutan estando en grupos. Sobre su propia escritura (la cual estaba libre de todo  disfraz) Michon señalaba que era tormentosa, donde quedaba en evidencia la lucha, puesto que las letras se inclinaban hacia diferentes direcciones. 

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