Educación

3/3-Pensamiento crítico ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)

Paul y Elder también destacan otro aspecto importante y que guarda relación con las características o virtudes de un pensador crítica: entereza intelectual (vs la cobardía), empatía intelectual (vs la estrechez), la autonomía intelectual (vs conformismo), integridad intelectual (vs hipocresía), perseverancia intelectual (vs pereza), confianza en la razón y evidencias e imparcialidad intelectual, y por último la humildad intelectual (vs arrogancia).

2/3-Pensamiento crítico ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)

Teniendo en cuenta lo anterior, el pensamiento crítico es un conjunto de habilidades y aptitudes que pueden enseñarse por medio de los contenidos, de manera que existe una relación de interdependencia en donde los contenidos sirven como materia prima para poder desarrollar la habilidad de pensar críticamente y así alcanzar a ser un maestro en el arte de pensar. Pero lo anterior requiere también de la expertise o pericia por parte del docente no solo en lo que respecta a sus conocimientos sobre el pensamiento crítico, sino que también sobre los contenidos que enseña.

1/3-Pensamiento crítico ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)

En estos artículos abordaremos el tema del pensamiento crítico: en qué consiste (y en que no), sus componentes y la importancia de fomentarlo en las personas desde una temprana edad. Hacia el final me centraré en uno de los puntos medulares que guarda relación con la humildad y honestidad intelectual, y la consecuente capacidad de cambiar de mentalidad cuando nuestras creencias no se encuentran respaldadas por la evidencia. En relación con esto último examinaremos cómo es esto posible y cuáles son los principales obstáculos, siguiendo los escritos de Howard Gardner y Adam Grant. Al final del artículo dejaré otros artículos que he escrito para que el lector pueda leerlo como complemento a este.

9/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

También es importante la relación del profesor con los alumnos, que el primero sea percibido como una persona correcta, justa, exigente y que demuestre que lo que hace realmente le gusta y apasiona. Sumado a esto es relevante que el profesor se interese por sus alumnos en sus diferentes dimensiones, como sus necesidades intelectuales pero también emocionales (el manejo de estos temas, obviamente, dependerá de la personalidad y el estilo particular del profesor).

8/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Podrá resultar, quizás, incómodo sugerir esto, puesto que estamos insinuando que el profesor no tiene los conocimientos suficientes para enseñar los contenidos. Pero, al parecer, resulta menos ofensivo insinuar que el profesor no tiene suficientes conocimientos en materia metodológica, y es por ello que se le invita a realizar diversos e infinitos cursos. Este profesor, ignorante, que no tienen el hábito de la lectura (como un agrónomo que no gusta de ir al campo), que no se mantiene actualizado, logrará hacer efectivamente su clase, pero los alumnos tendrán un aprendizaje superficial y mediocre. Ahora bien, puede que la clase contará con todas las dinámicas metodológicas que estan en boga, será entretenida e incluso los alumnos obtendrán buenas calificaciones, pero será mediocre y superficial.

7/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Un tema de importancia medular guarda relación con la formación de los profesores. No es ningún misterio que existen buenos y malos profesores (por diversas razones) e incluso existen algunos que ni siquera deberían estar enseñando. Así, conviene no idealizar y romantizar este trabajo. Ahora bien, cuando hablo de formación me refiero a un aspecto específico y es la formación intelectual del profesor y los conocimientos (actualizados) de su disciplina. Es importante que los profesores no se limiten solamente a saber de manera superficial los contenidos que demanda el currículum nacional.

6/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Podemos leer en algunos textos que la mediación – que se encuentra inserta dentro del paradigma constructivista, participactivo e interactivo – , es el tratamiento de contenidos así como también de las formas de expresión de los diferentes temas con el objetivo posibilitar el acto educativo. El profesor debe ayudar a construir el significado y dar sentido a lo que se enseña. Así, por ejemplo, el profesor podrá definir democracia anotándolo en el pizarrón o, por el contrario, podrá comenzar preguntando a sus alumnos qué NO es la democracia o que pasen adelante y anoten palabras relacionadas con la democracia, y posteriormente, organizar una discusión sobre los conceptos anotados.

5/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Por ende, el aprendizaje requiere de “pasividad”, de “escucha” e incluso de momentos de “soledad”. De acuerdo a lo anterior, el aprendizaje no puede reducirse a “hacer” “actividad”, o “trabajo en equipos”. Como explica Francisco Esteban Bara, la nueva pedagogía ha transformado en sinónimos la motivación, el movimiento y el entretenimiento, de manera que las clases tienen que ser obligatoriamente “activas” y “entretenidas”, porque si el alumno no está “haciendo nada” no aprende. Así, se demanda productividad y los tiempos de las clases deben estar rígidamente medidos llevando asi el “taylorismo” desde la empresa al aula.

4/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Dicho esto, expulsemos otro mito que circunda y que dice que el profesor debe dejar gradualmente atrás la clase expositiva, salir de esa “zona de confort” (aunque de “confort” no tiene nada ya que requiere mucha preparación por parte del profesor) para adentrarse a los “terrenos desconocidos e innovadores” de las “metodologías activas”. Hemos creado así la nueva “Edad Media Pedagógica” que debemos urgentemente abandonar. Como señala el académico de la Universidad e Barcelona, Francisco Esteban Bara, en su libro “La universidad light” , tenemos aquel relato que nos dice que en aquellas clases expositivas el alumno permanecía en un estado vegetativo y engullendo pasivamente la información transmitida por el todopoderoso profesor.

3/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Cualquier profesor sabrá que es imposible hacer clases sin un método y estrategias. Con esto me refiero a que un profesor muchas veces utiliza distintos métodos para enseñar a dos cursos de un mismo nivel. Puede suceder que un curso tiene ciertas particularidades que hace que el método utilizado en el curso paralelo no funcione. Puede suceder también que un curso de hombres aprenda de distinta forma que uno de mujeres. Por último, un mismo profesor no enseña de la misma forma a estudiantes de 18 años que a otros de 14 años. Por ende, de los métodos no escapamos puesto que es un necesidad consustancial al quehacer mismo del profesor. Pero también existen otros métodos más explícitos, intencionados y elaborados que el profesor va estudiando y aprendiendo a lo largo de su vida laboral.

2/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Tenemos a otros autores que directamente han tratado a estas escuelas pedagógicas de “sectas” como es el caso de la española Mercedez Ruiz Paz o la sueca Inger Enkist e incluso de “totalitarias” (que aspiran a una formación “integral” que incluye afectos y sentimientos, desbordando así los márgenes de la instrucción) como es el caso del filósofo español José Sánchez Tortosa. Este último autor en su libro “El culto pedagógico. Crítica del populismo educativo”, señala que la “Nueva Pedagogía” es una moda y, como toda moda, es al menos tan vieja como aquello que pretende superar. Añade que esta “Nueva Pedagogía” se ha erigido en una especie de religiosidad oficial en los tiempos del psicologismo y subjetivismo narcisista. Añade el mismo autor:

 1/9-Hablemos de educación (por Jan Doxrud)

Este escrito no pretende ser ni un “mini-tratado” de pedagogía, ni un “manifiesto Anti-Algo” en específico y mucho menos un reflexión filosófica profunda sobre educación. Lo que expongo aquí son simplemente ideas y reflexiones críticas de una persona que hace clases, para poder así incentivar el debate y la reflexión en torno a esta disciplina. Por ende he intentado mantener el lenguaje lo más simple posible purgado de términos técnicos y academicistas, puesto que el objetivo es que esto pueda ser leído cualquier persona interesada en el tema.

4/5-De las Ciencias Sociales a la Sociología (por Jan Doxrud)

Mario Bunge define esta disciplina como una ciencia social sincrónica que se centra en el estudio del sistema social independiente de su origen, ya sea biológico, cultural, político o cultural. Así, la sociología estudia sistemas sociales de toda clase y tamaños y, por ende, sus componentes, estructuras, entorno y mecanismos Añade que la sociología se solapa con otras ciencias sociales dando origen a la sociología política, socioeconomía, antropología social, sociolinguística, sociología económica, sociología del derecho y sociología del conocimiento. Bunge introduce una distinción entre sociología y “sociologismo”, siendo este último la concepción en virtud de la cual el ser humano se encuentra determinado exclusivamente por la estrcutura social, desterrando así el análisis de los mecanismos internos, las creencias, necesidades y aspiración de las personas.

3/5- De las Ciencias Sociales a la Sociología (por Jan Doxrud)

Un tema interesante que aborda el autor es acerca de la relación entre las ciencias sociales y las ciencias naturales. Una primera postura es la idealista en virtud de la cual la sociedad es un sistema aparte del natural, que flota por encima de este, mientras que, la segunda postura – el naturalismo social – señala que la sociedad es parte de la naturaleza. Los extremismos de ambas posturas llevan a plantear que las ciencias sociales competen únicamente a las humanidades (idealismo) mientras que el naturalismo afirma que le compete a las ciencias naturales. Bunge adopta la “vía media” entre ambos enfoque explicando que, si bien el ser humano nace como un animal, este, con el tiempo, se transforma en persona (artefacto social) que adquieren cultura, aprenden habilidades y normas, y que se embarcan en actividades que trascienden lo biológico.

4/4- Angus Deaton: El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”. ¿Es eficiente la ayuda internacional? (por Jan Doxrud)

Otro tema que aborda el autor es sobre la eficacia de la ayuda a quienes aún no han logrado escapar. Deaton explica que los economistas del desarrollo, tras el período posterior al fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), concibieron tanto el crecimiento como la reducción de la pobreza como problemas técnicos uqe podían ser resueltos con un enfoque top down en colaboración con los gobiernos. El problema que no tomaron suficientemente en consideración estos economistas fue el hecho de que tales gobiernos también tenían sus propios incebntivos e intereses. Así muchas veces la ayuda no iba a para en quienes más lo necesitaban y era destinada por los gobiernos para mantenerse en el poder.

2/4- Angus Deaton: El Gran Escape. Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”. Pobreza y Desigualdad (por Jan Doxrud)

El economista advierte que la desigualdad puede estimular o inhibir el progreso y es por esa razón que se debe trabajar en políticas nacionales e internacionales con el objetivo de abordar los principales problemas que azotan a los países más pobres. El libro de Deaton se enfoca en los estándares de vida material y en la salud, de manera que integra en su estudio la mortalidad, natalidad, esperanza de vida, ingresos y salud. Constituye así un error centrar en un solo componente como lo es el ingreso o la longevidad. En este último caso, la longevidad no puede transformarse en una medida de progreso social puesto que la gente puede vivir más, pero puede carecer de los medios materiales para llevar una vida digna, por ejemplo, recibir una baja pensión, vivir sola y sin redes de apoyo, o sentirse como una carga para sus hijos u otros familiares

2/2- Karl Loewenstein: La Constitución como límite al poder y como realidad existencial (por Jan Doxrud)

Uno de los pricnipales peligros advertidos por Loewenstein es la perversión de la Constitución a través de la autocracia moderna. Así, de acuerdo a lo señalado anteriormente, la mera existencia de una Constitución escrita no garantiza una efectiva distribución y limitación del poder. Todo lo contrario, en la época en la cual escribía Loewenstein así como también en la nuestra, la Constitución es usada para camuflar los más variados tipo de autoritarismos y teocracias represivas. De acuerdo a nuestro autor, quien inauguró esto fue Napoleón Bonaparte, aunque se podía encontrar un antecedente en Julio César.

1/2- Karl Loewenstein: La Constitución como límite al poder y como realidad existencial (por Jan Doxrud)

“La conformación de esta tradición responde a la adecuación entre texto constitucional y el contexto en que las constituciones han sido redactadas. De esta manera, el constitucionalismo chileno promueve una adecuación y actualización permanente de sus contenidos a las necesidades y exigencias políticas, sociales, económicas y culturales de cada período. Bajo esta lógica, tal como señala el jurista alemán Karl Loewenstein, las constituciones deben adaptarse a las condiciones sociales en constante cambio”.

5) Tribunal Constitucional ¿el guardián de la Constitución? (por Jan Doxrud)

Por su parte el académico chileno Emilio Pfeffer comentaba que, frente a la pregunta sobre si se necesita o no de un TC, se debía fijar una postura en relación con la supremacía constitucional. Se pregunta el académico si acaso queremos o no negarles a las minorías el derecho a defender la Carta Política que ampara y protege a todos, a mayorías y minorías 

4) Tribunal Constitucional ¿el guardián de la Constitución? (por Jan Doxrud)

Uno de los temas más polémicos en torno al TC guarda relación con el control preventivo obligatorio. Para ser más claros este control, al ser preventivo, es a priori, es decir, se realiza con anterioridad a que la norma sometida a control sea promulgada. Al ser obligatoria, es forzosa, puesto que obliga al Congreso a enviar ciertos proyectos al TC para su control. Es en virtud de lo anterior lo que ha llevado a algunos autores a aseverar que el TC se ha transformado en una parte integrante del proceso legislativo. De acuerdo a Constanza Salgado y Fernando Atria, el Tribunal Constitucional que emergió en 1980 (que no es el mismo que el de 1970) y que continúa hasta nuestros días, no guarda relación con el TC que defendía Hans Kelsen. Como afirman los autores: “ambos órganos se llaman igual, pero no son lo mismo”.